Introducción

Este blog es una herramienta orientada para todo tipo de profesionales de la educación, la psicología y la salud que trabajen con trastornos cognitivos de base orgánica y pretende convertirse en de base orgánica en una herramienta de consulta permanente.

viernes, 25 de diciembre de 2009

El escepticismo como herramienta de demarcación

A menudo se confunde escepticismo con no creer en nada. Falso. Todos tenemos derecho y necesidad de creer en algo, aunque tan solo sea creer que hoy no nos vamos a caer por las escaleras.



Hoy es el Día Mundial del Escepticismo y se habla en muchos blogs de este tema, así que no voy a ahondar en el término y sus connotaciones. Sólo recordar la primera acepción en el DRAE, para apoyar lo que estoy diciendo:

escepticismo.

(De escéptico e -ismo).

1. m. Desconfianza o duda de la verdad o eficacia de algo.



Lo que sí quiero es hacer notar que el escepticismo es una herramienta eficaz para separar ciencia de pseudociencia. Muchos filósofos de la ciencia han buscado en vano un criterio para demarcar ciencia de lo que no es ciencia. No tiene sentido dar unas pautas al respecto, sólo tener un arma que nos permita, mediante el pensamiento crítico, emitir juicios carentes de falacias.

1. Mientras que el pensamiento pseudocientífico establece esquemas estáticos, el pensamiento crítico está abierto a conflictos cognitivos. Esto quiere decir que la ciencia se caracteriza por el progreso en sus esquemas, mediante conflictos conceptuales internos y revoluciones científicas.

2. En esta línea, la pseudociencia no acepta hechos que vayan en contra de sus principios, sin embargo, la ciencia busca anomalías para desarrollar su progreso. Estas anomalías pueden ocasionar revoluciones científicas que amplíen el campo de estudio.

3. La pseudociencia se nutre de misterios, pero no los desgrana. La ciencia analiza los misterios cuando surgen, no los busca. Hay que notar que cuando un misterio deja de ser misterio, pasa al plano de la ciencia, lo cual no interesa al pseudocientífico.

4. La pseudociencia no se actualiza con los tiempos, es anacrónica. De nuevo aparece la idea de progreso: es uno de los motores de la ciencia.

5. La pseudociencia da explicaciones esotéricas en fuerzas indetectables y extrañas entelequias. La ciencia busca explicaciones acordes con la experiencia.

6. Las hipótesis pseudociencitíficas no pueden falsarse, lo cual es principal en un argumento científico.

7. Los estudios pseudocientíficos ofrecen anécdotas, datos aislados. La ciencia busca hechos que puedan reproducirse, hasta que no los tiene no puede emitir hipótesis plausibles y mucho menos teorías y leyes.

8. La pseudociencia se ha quedado en el siglo XVII: pretende dar como cierto un argumento porque una persona «importante» lo ha dicho. La ciencia trabaja mediante contrastación continua, el argumento de autoridad no es un criterio científico.


Un tablero de ajedrez con problemas (o como nuestro cerebro nos engaña una vez más)




Ver vídeo: Optical Illusion: Check Your Brain!
Optical Illusion: Check Your Brain! [00:52]

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Respirar dióxido de carbono puede provocar ataques de pánico, pero la razón biológica de este efecto ha sido básicamente desconocida hasta ahora.

Un nuevo estudio hecho por especialistas de la Universidad de Iowa muestra que el dióxido de carbono incrementa la acidez cerebral, que a su vez activa una proteína del cerebro que desempeña un papel importante en la sensación de miedo y la de ansiedad.

El estudio, llevado a cabo por el equipo de John Wemmie, profesor de psiquiatría y neurocirugía del Colegio Carver de Medicina de la Universidad de Iowa, ofrece nuevas perspectivas para entender mejor los fundamentos biológicos de los trastornos de ansiedad y pánico en general, y podría incluso sugerir nuevos enfoques para tratar estas enfermedades.

Los investigadores se concentraron en una proteína cerebral conocida como ASIC1a. Esta proteína es abundante en la amígdala, una región ubicada a gran profundidad en el cerebro que procesa las señales de miedo y controla el comportamiento vinculado al miedo. El equipo de la Universidad de Iowa había encontrado previamente que el bloqueo o la eliminación de la ASIC1a reducen el miedo innato y altera los recuerdos asociados al miedo en los ratones.

En fecha tan temprana como 1918, los científicos ya constataron que el dióxido de carbono provoca respuestas anómalas en pacientes con trastornos de ansiedad, pero el nuevo estudio proporciona la primera evidencia molecular de un mecanismo que explica cómo el dióxido de carbono puede provocar miedo y ansiedad.

Los resultados del nuevo estudio respaldan la idea de que las proteínas ASIC en la amígdala podrían desempeñar un papel importante en la sensibilidad al dióxido de carbono.

Scitech News

lunes, 21 de diciembre de 2009

¿Cómo sabemos que ciertas combinaciones de letras tienen un significado concreto?

La lectura y la escritura son procesos complejos, con la participación de varias áreas diferentes del cerebro.

Los investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en EE.UU., han identificado una parte específica del cerebro, llamado circunvolución fusiforme [una parte del lóbulo temporal], necesario para el funcionamiento normal, la comprensión rápida de significados de un texto escrito, así como la ortografía correcta de las palabras. Sus resultados se publicarán en la edición de Febrero de 2010 de Cortex.

El Dr. Kyrana Tsapkini, del Departamento de Neurología de la Escuela de Medicina, y la Dra. Brenda Rapp, del Departamento de Ciencias Cognitivas, ambos de la Universidad Johns Hopkins, estudiaron las capacidades de lectura comprensiva y ortografía de un paciente que había sufrido la extirpación quirúrgica de parte de su cerebro debido a un tumor.

Las lectura comprensiva y ortografía del paciente, habían sido superiores a la media conseguida antes de la cirugía. Probaron al paciente y a un grupo de participantes de control con 17 tareas experimentales, que evaluaron la comprensión y producción del lenguaje escrito, el lenguaje hablado, así como el tratamiento visual de otras categorías, como caras y objetos.

Los resultados del estudio revelaron que el paciente era capaz de comprender el significado del lenguaje hablado tan rápido como los demás participantes, y que fue igualmente capaz de procesar objetos y rostros de una manera normal. Sin embargo, mostró importantes retrasos en la comprensión del significado del texto escrito; también tuvo dificultades con la ortografía correcta al escribir un texto dictado, lo que sugiere que estas habilidades requieren el uso del área del cerebro que había sido eliminado.

Según los autores, los resultados proporcionan una evidencia clara de que hay estructuras concretas dentro de esta parte del cerebro, la mitad izquierda de la circunvolución fusiforme, que están "especializados y son necesarios para el tratamiento ortográfico normal".

El cerebro adolescente (entrevista a Sarah-Jayne Blakemore)

Nuestro cerebro sufre numerosos cambios, desde antes de que nazcamos, durante un desarrollo embrionario resguardado en el útero materno, hasta la vejez, mucho tiempo después de haber abandonado su seguridad. Sin embargo no cambia de forma constante. Al principio los cambios son muchos y fundamentales -en la niñez y hasta el final de la adolescencia- y después pasan a ser los justos y necesarios para que seamos capaces de mantener sanas nuestras funciones cognitivas y tener una mínima capacidad de adquisición de nuevas destrezas motoras y memorias para lidiar en un plano de declinante igualdad con un medio ambiente ecológico y social en permanente cambio.

Quizás el momento cumbre del desarrollo cerebral se de en la adolescencia. Esta etapa vital problemática, llena de grandes riesgos y oportunidades, el cerebro realiza su último gran desarrollo: el del lóbulo frontal. Durante el doloroso parto que constituye este proceso el niño que juega se convierte en adulto responsable, rompe la crisálida y echa a volar.

El proceso es ligeramente distinto en cada uno de nosotros, pero tienen todos y cada uno de esos procesos separados los suficientes elementos en común para que podamos considerarlos un mismo y único proceso biológico, de carácter universal.

Sarah-Jayne Blakemore, del University College de Londres, estudia el desarrollo del cerebro humano, poniendo especial atención al que acaece en el período de la adolescencia. Con test psicológicos y técnicas de neuroimagen observa circunspectamente como el cerebro pasa de una estructura y función infantiles a otras adultas, cruzando el terreno minado emocionalmente de la transfiguración adolescente.

Ha escrito un libro junto con su colega Uta Frith sobre Cómo Aprende el Cerebro. Como lector entusiasta del mismo debo recomendarlo encarecidamente, en particular a aquellos que se dediquen profesionalmente a la educación.

En español:

1 .- ¿Cómo se desarrolla el cerebro a través del ciclo vital? ¿Cuáles son los hitos del desarrollo del cerebro?

Se ha conocido mucho sobre el desarrollo temprano del cerebro a partir de los experimentos realizados con animales en las décadas de 1950 y 1960. Un proceso de desarrollo importante afecta al “cableado” de las células cerebrales (neuronas) – la intrincada red de conexiones (sinapsis) entre las neuronas. Al principio del desarrollo, el cerebro comienza a formar nuevas sinapsis, de modo que la densidad sináptica – el número de sinapsis por unidad de volumen de tejido cerebral – excede con mucho los niveles de los adultos. Este proceso de proliferación sináptica, la ’sinaptogénesis’, dura hasta varios meses, dependiendo de la especie animal.

El aumento en el número de sinapsis es seguido por un período de eliminación sináptica (o poda) en el que el exceso de conexiones se marchitan. Este proceso está preprogramado en gran medida – sucederá en todos los ambientes. Sin embargo, el medio también pueden influir en la poda sináptica, reforzando aquellas conexiones utilizadas con frecuencia y eliminando las conexiones raramente utilizadas.

Esta investigación sugiere que el desarrollo del cerebro es particularmente sensible a la influencia ambiental muy al principio de la vida. No fue hasta la década de 1970 que la investigación en cerebros humanos post-mortem reveló que algunas áreas del cerebro humano, en particular, la corteza frontal, siguen desarrollándose más allá de la infancia. La corteza frontal es el área responsable de las habilidades cognitivas tales como la capacidad de hacer planes, recordar hacer cosas en el futuro, tareas múltiples e inhibición de comportamientos inadecuados (funciones ejecutivas). La corteza frontal también juega un papel importante en la auto-conciencia y la comprensión de otras personas. Peter Huttenlocher, en la Universidad de Chicago, recopiló cerebros humanos post mortem de todas las edades, descubriendo que la corteza frontal de los cerebros de los niños pre-púberes era notablemente diferente de la de los adolescentes post-púberes. Mientras en las áreas sensoriales del cerebro, como la corteza visual, la sinaptogénesis y la poda sináptica ocurren relativamente temprano y la densidad sináptica llega a niveles adultos a mediados de la niñez, la reorganización sináptica en la corteza frontal continúa mucho después, hasta bien entrada la adolescencia. Huttenlocher encontró que el número de sinapsis en el lóbulo frontal es alta alrededor de la pubertad, después de la cual se reduce su número (debido a la poda sináptica), a lo largo de la adolescencia.

Otro proceso del desarrollo que se da durante varias décadas en la corteza frontal es la mielinización. Mientras las neuronas se desarrollan, crean una capa de mielina en sus axones (sus largas fibras de transmisión de señales desde cada célula del cerebro). La mielina es una sustancia grasa que aísla a los axones y aumenta enormemente la velocidad de transmisión de los impulsos eléctricos entre neuronas. Mientras que las regiones sensoriales y motoras del cerebro son plenamente mielinizadas en los primeros años de vida, los axones de algunas regiones corticales, especialmente en los lóbulos frontal y parietal, continúan siendo mielinizados en el cerebro humano hasta bien entrada la adolescencia.

Recientes estudios de resonancia magnética han confirmado estos primeros estudios celulares, demostrando que algunas regiones del cerebro humano continuará desarrollando durante varios decenios (véase más abajo).


2.-Como observadora del desarrollo cerebral y psicológico, ¿dónde cree que el cerebro es más plástico –y el comportamiento moldeable-, y donde menos?

Hasta hace relativamente poco, estaba muy extendida la creencia de que el cerebro adulto no es capaz de cambiar. Solía haber una fuerte presunción de que después de los primeros años de vida el cerebro está equipado con todas las células que tendrá jamás, y que la edad adulta representa una espiral descendente de pérdida de células cerebrales y deterioro en el aprendizaje, la memoria y el rendimiento general. Pe

ro la investigación está empezando a mostrar que esta visión del cerebro es demasiado pesimista: el cerebro adulto es flexible, puede crear nuevas células y hacer nuevas conexiones, por lo menos en algunas regiones. Aunque la capacidad de asentar nueva información se vuelve menos eficiente con la edad, no hay un límite de edad para el aprendizaje.

La plasticidad del cerebro – su capacidad de adaptarse continuamente a nuevas circunstancias – depende críticamente de cuánto se usa. La investigación sobre plasticidad sugiere que el cerebro está bien preparado para el aprendizaje permanente y la adaptación al medio, y que la rehabilitación educativa en la edad adulta es posible y una inversión que vale la pena. Por otro lado, la investigación también sugiere que no hay una necesidad biológica de precipitarse y empezar la enseñanza formal cada vez más temprano. Más bien, el comienzo tardío podría reconsiderarse como perfectamente en tiempo con el cerebro natural y el desarrollo cognitivo. Por supuesto, el cerebro envejecido se vuelve menos maleable y, como todo el mundo experimenta al envejecer, aprender nuevas cosas lleva más tiempo.

Se discuten estos temas en de

talle en nuestro libro Cómo Aprende el Cerebro (Blakemore y Frith, Blackwell, 2005).

3 .- ¿Por qué la adolescencia es un periodo tan conflictivo?

La adolescencia es una época de cambio mental profundo, que afectan a la educación, a la adaptación social y el carácter, así como a la disposición a varias formas de enfermedad mental. Hasta hace poco había sorprendentemente pocas evidencias científicas sobre el desarrollo cognitivo y neural durante este importante

período de la vida humana.

Las investigaciones recientes sobre el cerebro humano han revelado que la corteza prefrontal continúa desarrollándose hasta mucho después de la infancia. Esta región del cerebro es responsable de las funciones “ejecutivas”, tales como la capacidad para inhibir la conducta inapropiada y atender dos cosas a la vez, así como la comprensión social y la consciencia de sí mismo.

En mi investigación, utilizamos pruebas informatizadas pruebas para estudiar el desarrollo durante la adolescencia de las habilidades cog

nitivas sociales, tales como auto-consciencia y la comprensión de las otras personas. Esta investigación ha demostrado la mejora y los cambios en estos procesos cognitivos sociales durante la adolescencia.

Además, utilizamos técnicas de imagen cerebral (resonancia magnética funcional, o fMRI) para rastrear los cambios en la función cerebral durante los años de adolescencia. La fMRI se puede utilizar para ver el cerebro humano vivo en acción. Cuando las células del cerebro están activas, provocan un aumento local del flujo sanguíneo, que puede ser detectado por el escáner de resonancia magnética. Esta técnica notable nos permite mirar dentro del cerebro humano y descubrir cómo procesa la información. Mi investigación examina cómo el cerebro nos permite comprender las intenciones y emociones de otras personas y cómo la actividad cerebral que subyacen a estas capacidades cognitivas sociales se desarrolla. Una serie de estudios han demostrado cambios en la actividad de las regiones del cerebro implicadas en la comprensión de otras personas entre la adolescencia y la madurez.

El hallazgo de que la comprensión emocional y social, y la actividad cerebral durante el procesamiento social-emocional, están aún en desarrollo durante la adolescencia tiene implicaciones potenciales para la política social y la educación. El contexto altamente social y emocionalmente-cargado en potencia, del ambiente de un aula o de un colegio puede interferir con los recursos cognitivos que podrían dedicarse al aprendizaje académico. Los adolescentes también deben tener la oportunidad de aprender sobre su propio desarrollo cerebral en el colegio, ya que esto puede ser útil e interesante para ellos.

El hallazgo de que la toma de decisiones, y el desarrollo socio-emocional y cerebral continúan en la adolescencia tiene consecuencias para la comprensión de los trastornos psiquiátricos, muchos de los cuales tienen su edad media de aparición durante la adolescencia (por ejemplo, trastornos anímicos, la esquizofrenia, las adicciones). Entender el desarrollo del cerebro de los adolescentes puede tener consecuencias de gran alcance para la identificación precoz y el tratamiento preventivo de los grupos de riesgo entre niños y adolescentes.

4.-¿Cuáles son las perspectivas y los peligros de las ciencias del cerebro para la educación?

El conocimiento de cómo aprende el cerebro podría, y lo hará, tener un gran impacto en la educación. La comprensión de los mecanismos cerebrales que subyacen al aprendizaje y la memoria, y los efectos de la genética, el medio, la emoción y la edad en el aprendizaje podrían transformar las estrategias de educación y permitirnos diseñar programas que optimicen el aprendizaje de las personas en todas las edades y de acuerdo con todas las necesidades. Sólo mediante la comprensión de cómo el cerebro adquiere y establece la información y las destrezas seremos capaces de llegar a los límites de su capacidad de aprendizaje. La neurociencia puede ahora ofrecer una cierta comprensión de cómo el cerebro aprende nueva información y procesa la misma durante toda la vida (véase Blakemore y Frith, 2005).

La comprensión de las bases cerebrales del funcionamiento y el desarrollo social es crucial para el fomento de la competencia social dentro y fuera de las aulas. El funcionamiento social desempeña un papel en dar forma al aprendizaje y el rendimiento académico (y viceversa), y así comprender la base neural de la conducta social puede contribuir a comprender los orígenes y el proceso del éxito y fracaso en la escolarización. Esto también puede facilitar la comprensión de cómo los niños con necesidades socio-emocionales adicionales pueden ser incluidos en las escuelas ordinarias y el modo de reducir la exclusión.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Más hormona del apetito, menos Alzheimer

Los niveles altos de una hormona que controla el apetito parecen estar vinculados con un menor riesgo de desarrollar Alzheimer, afirma un estudio llevado a cabo en Estados Unidos.

Hamburguesa

Los altos niveles de la hormona del apetito están vinculados a un menor riesgo de Alzheimer.

El estudio encontró que quienes tenían los menores niveles de leptina, una hormona producida por las células adiposas, mostraron menos posibilidades de desarrollar la enfermedad que quienes tenían niveles más altos de la hormona.

La investigación, que analizó a 200 voluntarios durante 12 años, aparece publicada en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense.

Los científicos creen que los niveles bajos de leptina están vinculados a las placas cerebrales que se han visto en pacientes con Alzheimer.

Se espera que eventualmente la hormona pueda ser utilizada tanto como marcador de la enfermedad como para tratamiento.

Estudios en el pasado han demostrado que el sobrepeso y la obesidad en la mediana edad están asociados a una menor función cognitiva y a un mayor riesgo de demencia.

Papel clave

También se ha encontrado evidencia de que la leptina, que avisa al cerebro que el cuerpo está "lleno" y reduce el apetito, tiene otras funciones fuera del hipotálamo (donde se regula la temperatura, el hambre y la sed).

Investigaciones en ratones llevadas a cabo para establecer porqué los individuos obesos con diabetes a menudo desarrollan problemas de memoria a largo plazo, revelaron que los animales que recibieron dosis de leptina fueron más capaces de trasladarse a través de un laberinto.

Si se logran confirmar nuestros resultados, los niveles de leptina en adultos mayores podrían servir como uno de los varios posibles biomarcadores del envejecimiento sano del cerebro y, aún más importante, podrían abrir nuevas líneas de investigación para posibles intervenciones preventivas y terapéuticas

Dra. Sudha Seshadri

El nuevo estudio, llevado a cabo en el Centro Médico de la Universidad de Boston, llevó a cabo escáneres cerebrales de 198 voluntarios sanos de una edad promedio de 79 años en hombres y 62 años en mujeres.

Después de 12 años se encontró que un 25% de los participantes que tenían un bajo nivel de leptina desarrollaron Alzheimer, mientras que sólo 6% de quienes tenían niveles altos de la hormona padecieron la enfermedad.

También se descubrió una relación entre los niveles altos de leptina y un volumen cerebral más alto.

Tal como señala la doctoras Sudha Seshadri, quien dirigió el estudio "estos resultados son consistentes con datos experimentales recientes que indican que la hormona mejora las funciones de memoria en animales gracias a su efecto directo en el hipotálamo y refuerza la evidencia de que la leptina es una hormona con una amplia variedad de acciones en el sistema nervioso central".

"Si se logran confirmar nuestros resultados, los niveles de leptina en adultos mayores podrían servir como uno de los varios posibles biomarcadores del envejecimiento sano del cerebro y, aún más importante, podrían abrir nuevas líneas de investigación para posibles intervenciones preventivas y terapéuticas", afirma la autora.

Potencial tratamiento

Manos de anciana

Se calcula que hay unos 30 millones de personas viviendo con demencia en el mundo.

Otros expertos están de acuerdo en que el estudio apoya la evidencia sobre la importancia de la leptina como tratamiento potencial del Alzheimer.

"Estudios previos han demostrado que la obesidad en la mediana edad está asociada con un incremento en el riesgo de la demencia" expresa Rebecca Wood, presidenta del Fondo de Investigación del Alzheimer en el Reino Unido.

"Pero esta nueva investigación revela que la hormona podría jugar un papel en esa asociación. Hay evidencia de que la leptina desempeña funciones en el cerebro y futuros estudios podrían confirmar la posibilidad de que esta hormona pueda servir en nuevos tratamientos para el Alzheimer", expresa la funcionaria.

Se calcula que hay unos 30 millones de personas viviendo con demencia en el mundo y esa cifra se incrementará a unos 100 millones para el año 2050.

La mayor parte de ese incremento ocurrirá en los países en desarrollo, donde hoy en día ya vive el 60% de los pacientes con demencia.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Los pulpos utilizan herramientas

Pulpo escondido en una cáscara de coco

Los pulpos se esconden en dos mitades de coco para escapar de sus depredadores.

Un pulpo y sus travesuras al cargar un coco han dejado boquiabiertos a los científicos.

Imágenes submarinas muestran a estas criaturas marinas recogiendo cáscaras de coco para luego salir "corriendo" con ellas, con el fin de utilizarlas como refugios.

El artículo, publicado en la revista Current Biology, indica que éste es el primer ejemplo del uso de herramientas por parte de pulpos.

"Casi me ahogo de la risa cuando lo vi por primera vez", le dijo a la BBC uno de los investigadores, el doctor Julian Finn del Museo Victoria de Australia, y agregó:

"Me di cuenta de que iba a hacer algo, pero no me esperaba esto, yo no esperaba que tomara la cáscara y huyera con ella".

Rápida huida

Casi me ahogo de la risa cuando lo vi por primera vez

Julian Finn, investigador del Museo Victoria de Australia.

Los pulpos de la especie Amphioctopus marginatus fueron filmados entre 1999 y 2008 frente a las costas del norte de Sulawesi y Bali, en Indonesia. El extraño comportamiento fue detectado en cuatro ocasiones.

Los animales "armados" utilizaron la mitad de las cáscaras de los cocos que habían sido lanzadas por seres humanos al océano.

El doctor Mark Norman, director de Ciencias del Museo Victoria de Melbourne y uno de los autores del estudio, señaló que "es sorprendente verlos excavar una de estas cáscaras. Utilizan sus brazos para aflojar el barro y luego girarlas".

El pulpo esconde primero las cáscaras partidas por la mitad bajo su cuerpo, luego estira sus tentáculos hasta que están rígidos y por último camina sobre las puntas.

Cuando se sienten en peligro se colocan dentro de una mitad y sitúan encima la otra mitad, a modo de techo. El efecto, desde el exterior es el de un coco cerrado.

"Creo que es asombroso ver cómo esos brazos de puro músculo se convierten en rígidas barras así ellos pueden correr casi como una araña de alta velocidad. Todo se reduce a una sorprendente destreza, la coordinación de ocho brazos y varios cientos de ventosas", dijo Norman.

Hogar, dulce hogar

Pulpo

Los pulpos ya tienen una reputación de ser invertebrados inteligentes.

Los pulpos fueron filmados corriendo hasta 20 metros con las cáscaras.

Y su paso torpe, que los científicos describen como "caminar con zancos", es sorprendentemente rápido, posiblemente porque las criaturas se sienten vulnerable a los ataques de los depredadores mientras escapan con sus preciados cocos.

Los pulpos eventualmente utilizan las cáscaras como un refugio de protección. Si sólo tienen una mitad, simplemente le dan la vuelta y se esconden debajo. Pero si tienen la suerte de haber recuperado dos mitades, las reacomodan de nuevo en la forma original de coco cerrado mientras se esconden en su interior.

Los cocos proporcionan una importante protección para los pulpos en el fondo marino, donde hay pocos lugares para esconderse.

"Éste es un hábitat sumamente peligroso para estos animales, el sedimento blando y el barro no podría ser peor. Si ellos están enterrados en el lodo sin la cáscara encima, cualquier depredador podría encontrarlos. Y ellos son un filete de lomo puro, un suministro de carne excelente para cualquier depredador", explicó Norman.

Los investigadores creen que las criaturas inicialmente utilizaron grandes conchas de bivalvos como refugio, pero más tarde cambiaron luego de que nuestro insaciable apetito por los cocos derivó en que sus cáscaras descartadas se convirtieran en un elemento habitual en el fondo marino.

Sorprendentemente inteligente

Hacen cosas que, normalmente, solamente esperaríamos ver hacer a los vertebrados

Tom Tregenza, profesor de la Universidad de Exeter en Reino Unido.

Utilizar herramientas se creía una capacidad exclusivamente humana, pero este comportamiento se ha observado en una creciente lista de primates, mamíferos y aves.

Los investigadores dicen que este estudio sobre los pulpos agarrando las cáscaras de coco podría sumarlos a estas listas.

El profesor Tom Tregenza, un científico de la Universidad de Exeter en Reino Unido y también autor del estudio, indicó que "una herramienta es algo que una animal carga consigo y luego la utiliza en una ocasión particular para un propósito en particular".

"Mientras el pulpo carga con la cáscara del coco por ahí, no le sirve de nada, como de nada nos sirve una sombrilla cuando cargamos con ella. La sombrilla sólo se vuelve útil cuando la pones por encima de la cabeza y la abres.

De la misma manera, la cáscara del coco se convierte en algo útil cuando el pulpo se detiene, gira y se mete en el interior".

Tregenza añadió que los pulpos ya tienen una reputación de ser invertebrados inteligentes.

"Han demostrado ser capaces de resolver problemas sencillos, están los pulpos que se mimetizan, que pertenecen a un rango de distintas especies que pueden mimetizarse y ahora, el uso de la herramienta.

"Hacen cosas que, normalmente, solamente esperaríamos ver hacer a los vertebrados", concluyó el científico.

Microscopio Miniaturizado Para Observar Neuronas en Condiciones Reales de Trabajo


Foto: MPI for Biological CyberneticsMediante la construcción de un microscopio lo bastante pequeño para ser llevado por una rata en su cabeza, un equipo de científicos ha encontrado una forma de estudiar la compleja actividad de muchas células cerebrales de manera simultánea mientras los animales se mueven libremente. Con esta nueva tecnología, los científicos pueden ver cómo el cerebro trabaja realmente mientras el animal se comporta de manera natural, lo que permite adquirir nuevos e importantes conocimientos sobre la percepción y la atención cerebrales.


La mayor parte de nuestra vida la transcurrimos moviéndonos por un mundo estático, y generamos nuestra impresión sobre él utilizando la visión y otros sentidos de manera simultánea. Nuestra capacidad de movernos y así explorar libremente nuestro entorno es esencial para la visión que nos formamos de nuestro entorno local.

Cuando caminamos por la calle y entramos a una tienda para comprar fruta, la calle, la tienda y la fruta no se están moviendo; nosotros sí. Lo que nuestro cerebro probablemente esté haciendo es actualizar de manera constante nuestra posición, basándose en la información sensorial recibida por nuestros sentidos, tales como la vista, el oído y el tacto, así como la proveniente de nuestro sistema motor y del vestibular, todo en tiempo real.
El problema para los investigadores que tratan de averiguar cómo sucede esto, ha sido siempre cómo registrar, de forma válida, las señales provenientes de las células del cerebro que realizan los cálculos mientras estamos en movimiento.

Para afrontar este problema, un equipo de investigadores en el Instituto Max Planck para la Cibernética Biológica en Tubinga, Alemania, ha desarrollado una forma de observar la actividad de muchas células cerebrales simultáneamente en un animal que se mueve a su antojo por su entorno. Mediante el desarrollo de un microscopio de escaneo láser, pequeño y ligero, los investigadores han logrado, por primera vez, observar la actividad de neuronas fluorescentes en animales que estaban despiertos y moviéndose, mientras rastreaban la posición exacta del animal en el espacio.

El microscopio utiliza un potente láser pulsante y fibras ópticas para escanear células bajo la superficie del cerebro, eliminando así la necesidad de insertar los electrodos utilizados tradicionalmente. Por tal motivo, el microscopio no resulta invasivo para el tejido cerebral.

El enfoque tradicional para solucionar esta clase de cuestiones es mantener sujeto al animal y presentarle una serie de películas o imágenes, algo que nunca puede reproducir debidamente las condiciones de una situación real.

Jason Kerr es el autor principal de este estudio.

Información adicional en:



Descubren los mecanismos cerebrales que subyacen en la ruptura de promesas

Observarlos puede predecir si un individuo mantendrá o no su palabra


Científicos de las universidades de Zurich (Suiza) y Constanza (Alemania) han descubierto los mecanismos mentales que subyacen bajo la decisión de romper una promesa, unos patrones de actividad cerebral que pueden incluso predecir si alguien va a romper una promesa o por el contrario, mantendrá su palabra. Los resultados de este estudio fueron publicados este mes en la revista "Neuron".

Los autores de este trabajo son el neurocientífico Thomas Baumgartner, y el economista Ernst Fehr, ambos de la Universidad de Zurich, y el también economista Urs Fischbacher, de Constanza.

Su objetivo era conocer los mecanismos cerebrales relacionados con el cumplimiento de las promesas y para ello, llevaron a cabo un experimento de interacción social controlado por un escáner cerebral donde la ruptura de una promesa proporcionaba beneficios monetarios para el incumplidor y para su pareja para la interactuación.

Los resultados de este trabajo demostraron que el incumplimiento de una promesa viene acompañado por un incremento de la actividad cerebral en areas del cerebro que juegan un papel importante en el proceso de la expresión de sentimientos y control de las emociones.

Este patrón de actividad cerebral sugiere que la ruptura de una promesa provoca un conflicto emocional en quien la incumple, debido a que el cerebro se ve obligado a no dar una respuesta honesta.

No obstante, el hallazgo más importante de este trabajo permite a los investigadores mostrar que los patrones cerebrales pueden predecir el comportamiento futuro de los individuos. De hecho, los sujetos que participaron en el experimento manteniendo la promesa y aquellos que las rompieron actúan exactamente igual cuando se realiza la promesa, ambos juran mantener su palabra. Sin embargo, la actividad cerebral en esta etapa delata a los incumplidores.

Según Baumgartner, estos hallazgos indican que la medición de la actividad cerebral podría incluso avisar de las intenciones malévolas de un individuo antes de que cometa un delito o falta, por lo que este descubrimiento podría servir "no sólo para detener a delincuentes, también para prevenir fraudes o planes criminales".

Para elevar la inteligencia, nada mejor que hacer ejercicios físicos

Según científicos suecos, el deporte eleva el pensamiento lógico y la comprensión verbal. Los jóvenes con buena resistencia cardiorrespiratoria mejoran sus capacidad cognitiva.

Científicos suecos, liderados por María Alberg, del Instituto de Neurociencias y Fisiología, llevaron a cabo un estudio que constata por primera vez que los jóvenes con buena forma física puntúan más alto en los test de inteligencia.

"La habilidad del cerebro para minimizar los efectos de las lesiones a través de cambios estructurales o funcionales se llama plasticidad cerebral. El ejercicio físico y por extensión la resistencia cardiorrespiratoria es un factor que afecta de forma importante a dicha plasticidad", recordó Michael Nilsson, uno de los autores del trabajo publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

De hecho, y tal como relata este especialista, los ensayos llevados a cabo con "roedores han constatado que el ejercicio físico mejora la memoria y la cognición. Nuestro trabajo es el primero con jóvenes que revela una asociación positiva entre la resistencia cardiorrespiratoria y la mejora de las habilidades cognitivas en una muestra larga de varones", publicó El Mundo.

Un total de 1.221.727 suecos nacidos entre 1950 y 1976 que se alistaron al servicio militar han participado en la investigación. En todos ellos se evaluó su resistencia cardiorrespiratoria y su fuerza muscular a los 15 años, mientras cursaban los estudios, así como a los 18, en el momento de iniciar el servicio militar. Todos realizaron, asimismo, una serie de test de inteligencia: global, lógica, verbal, vioespacial y técnica.

Los datos muestran claramente que aquéllos con mejor forma física fueron los que puntuaron más alto en los tests de inteligencia, sobre todo en los de pensamiento lógico y comprensión verbal. "Estar en forma significa que también tienes un buen corazón y mejor capacidad pulmonar y que el cerebro recibe oxígeno suficiente. Esto puede ser una de las razones por las que puede existir una clara relación entre ejercicio y aptitud, pero una mayor inteligencia no se relaciona con la fuerza muscular", aclaró el doctor Nilsson.

Otro hallazgo interesante es que "mejorar la actividad física entre los 15 y los 18 años eleva las habilidades cognitivas cuando se alcanza la mayoría de edad", agrega.

Estudios llevados a cabo "con niños han demostrado que el ejercicio aeróbico vigoroso mejora la cognición algo que no logra la actividad física moderada, lo que también confirma una asociación entre deporte y mejora de la inteligencia", reza el trabajo.

Durante la investigación, los autores indagaron además si la resistencia cardiorrespiratoria durante la juventud influía en el estatus socioeconómico posterior y en el nivel educativo. Y, de nuevo, la práctica de deporte demostró aportar beneficios en ambos campos. De hecho, los que estaban en mejor forma tenían niveles más elevados de estudios y trabajos mejor remunerados que los no aficionados al deporte.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El Cerebro Humano Reacciona a las Voces Humanas en Unas Dos Décimas de Segundo


Foto: BBSRCUn equipo de investigadores, financiado por el Consejo de Investigaciones en Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC) del Reino Unido, ha encontrado que el cerebro humano puede reconocer en algo menos de dos décimas de segundo el sonido de la voz humana. La investigación podría ayudar a los científicos a entender mejor enfermedades como el autismo.


El estudio, llevado a cabo en la Universidad de Glasgow, ha desvelado que el cerebro reconoce las voces en un período de tiempo similar al que emplea en reconocer rostros, aproximadamente 170 milisegundos, contados a partir de la exposición.

Ian Charest dirigió el estudio con la ayuda de Pascal Belin.

Debido a que las interacciones sociales humanas dependen mucho de las expresiones faciales y orales, el cerebro probablemente ha desarrollado la capacidad de procesarlas muy rápida y eficientemente. Como en la comunicación social las caras y las voces por lo general están asociadas, tiene sentido que el cerebro las procese en un período de tiempo similar.

Los investigadores realizaron un experimento con 32 voluntarios en el cual medían mediante electroencefalografía (EEG) las señales eléctricas generadas por el cerebro a medida que los voluntarios escuchaban una serie de sonidos que incluían cantos de aves, sonidos ambientales y voces humanas.

Lo descubierto con este estudio también puede ayudar a conocer mejor ciertas enfermedades como el autismo, y contribuir a desarrollar herramientas de diagnóstico más eficaces.

Los individuos autistas tienen dificultades para las interacciones sociales y se observa en ellos una actividad cerebral anómala después de que son expuestos a caras o a voces.

Información adicional en:

martes, 8 de diciembre de 2009

Desmontando (cerebralmente) a Henry


El cerebro de Henry Gustav Molaison (más conocido como H.M.) está a punto de someterse a los rigores del bisturí, otra vez. En 1953, Molaison acabó siendo profundamente amnésico después de que una intervención quirúrgica le extirpase dos partes de los lóbulos temporales de su cerebro (véase imagen) para tratar su severa epilepsia. La cirugía experimental ayudó a detener los ataques, pero privó virtualmente a Molaison de la capacidad de formar nuevos recuerdos. Hasta su muerte el año pasado, Molaison cooperó con psicólogos y neurocientíficos, los cuales, gracias al estudio de su mal, pudieron avanzar tremendamente en el conocimiento de la naturaleza de la memoria humana.

Hoy, cuando se cumple el primer aniversario de la muerte de Molaison, el neurocientífico de la Universidad de California en San Diego: Jacopo Annese, comenzará a cortar el cerebro de Henry en rodajas del grosor de un papel. La delicada operación durará 30 horas y será un paso crucial en la creación de un atlas digital de uno de los cerebros humanos más estudiados de todos los tiempos.

El proyecto cuenta con su propia página web.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Crean pastilla que aumentará la libido en mujeres


Una farmacéutica alemana está dando los últimos toques a un fármaco que aumentará el deseo sexual en mujeres. A diferencia del viagra, que promueve el flujo de sangre hacia el pene, este actúa directamente sobre el cerebro.

por Redacción Anodis
[contacto@anodis.com]

EcoDiario

Alemania.- La farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim GmbH está investigando si el sexo realmente es algo que se encuentra en la cabeza de las mujeres y se encuentra dando los toques finales a una pastilla diseñada para despertar el deseo femenino. A diferencia del Viagra, que promueve el flujo de sangre hacia el pene, este fármaco actúa sobre el cerebro.

"Este medicamento tiene el potencial para abrir finalmente la puerta a la aceptación de la idea que la disminución del deseo puede ser algo que implica una disfunción en los mecanismos cerebrales, y no sólo determina una mala pareja", dijo Jim Pfaus, neurólogo en la Universidad Concordia en Montreal , que realizó las primeras pruebas de la droga en ratas. "Por supuesto que se encuentra en la cabeza."

El mercado estadounidense de los medicamentos que reavivan la líbido femenina podría ser mayor que los dos millones de dólares al año que se registran para el tratamiento de la disfunción eréctil. Según Stephen Simes, CEO de Bio Sante Pharmaceuticals, el año pasado se registraron más problemas sexuales ligados a las mujeres.

Cómo funciona

La casa Boehringer, con sede en la ciudad alemana de Ingelheim, en la orilla oeste del Rin, buscaba un tratamiento para la depresión en la década de 1990 cuando se tropezó con el compuesto, llamado flibanserina. En 2002, Boehringer llegó a la conclusión que el fármaco no podía relacionarse con el levantamiento del estado de ánimo de los pacientes.

Apetito sexual

La compañía dice que los investigadores se sorprendieron al ver que los sujetos demostraban un apetito sexual considerablemente superior al de los demás.

Después de lo que Pfaus describió como un período inicial de duda sobre el desarrollo de una píldora del sexo, Boehringer decidió seguir adelante. La empresa necesitaba nuevos medicamentos porque se enfrentaba a la pérdida de un billón de euros (1,5 millones de dólares) en ingresos anuales, y considerando que dos medicamentos más, Mirapex (para la enfermedad de Parkinson) y Flomax (para el tratamiento de la próstata agrandada), hubieran perdido su licencia al año siguiente.

La compañía farmacéutica más grande del mundo lleva más de una década estudiando flibanserina y todavía tiene que publicar los resultados de las pruebas clínicas para demostrar que el medicamento es eficaz.

La compañía levantará el velo del secreto el lunes en la conferencia de la Sociedad Europea de Medicina Sexual, enseñando los datos de los ensayos realizados en más de 5 mil europeos y mujeres estadounidenses.

Desesperación de la Mujer

El criterio principal para los ensayos clínicos, que la empresa llamó con nombres de flores, fue la cantidad de "acontecimientos sexuales satisfactorios" que las mujeres decían haber experimentado después de iniciar el tratamiento.

Si los resultados eran buenos, los llamados 'estudios Bouquet', como por ejemplo Violeta, Margarita, Dalia y Orquídea, constituían la base para las aplicaciones en EU y en Europa.

La empresa alemana ha aprendido la lección del caso Pfizer. El fabricante de medicamentos estadounidense amplió el recurso de casación de Viagra en 1998 por la explícita referencia a la palabra "impotencia" y por relacionar la píldora azul con una enfermedad llamada disfunción eréctil.

Boehringer está evitando palabras potencialmente ofensivas como 'frigidez' y se refiere al problema que sus píldoras curan únicamente por su nombre clínico, trastorno del deseo sexual hipoactivo o TDSH.

"Toma cuerpo la evidencia que el deseo sexual hipoactivo provoca angustia emocional", dijo Heike Specht, un portavoz de la compañía.

El laboratorio "ha llevado a cabo la última etapa de ensayos clínicos en más de cinco mil mujeres de los que esperamos sacar los primeros tratamientos farmacéuticos disponibles."

Un estudio de Boehringer sobre 31 mil mujeres en EU. a partir de los de 18 años determinó malestar causado por la disminución del deseo sexual en una de cada 10.

Batalla ideológica

Una libido débil es "un problema real", y los primeros resultados clínicos hasta la fecha sugieren que las píldoras Boehringer pueden ayudar, según Stephen Stahl, psicofarmacólogo y presidente del Instituto de Neurociencias de Educación en Carlsbad, California.

Stahl, quien ha sido consultor de Boehringer, ve un papel creciente para estas píldoras en el tratamiento de los trastornos sexuales.

Comunicación cerebro/cerebro

lunes, 16 de noviembre de 2009

La religiosidad humana hunde sus raíces en nuestras habilidades cognitivas

Dos disciplinas científicas buscan el origen de la espiritualidad en el desarrollo de la mente. Todas las sociedades humanas presentan creencias religiosas, a pesar de que la religiosidad no supone un estímulo obvio para la reproducción o la supervivencia. ¿De dónde procede entonces nuestra tendencia a creer que el mundo está hecho con un propósito o a confiar en agentes sobrenaturales? La periodista de la revista Science, Elisabeth Culotta, analiza en un artículo reciente las respuestas dadas a esta cuestión por dos ramas de la ciencia aparentemente alejadas entre sí: la arqueología y las ciencias cognitivas.

La religiosidad humana hunde sus raíces en nuestras habilidades cognitivas

Todas las sociedades humanas tienen sus dioses, tanto si su culto se rinde en catedrales góticas como si se celebra en pirámides maya.

En todas las culturas, los humanos han destinado recursos a elaborar rituales y a construir edificios religiosos. Sin embargo, la religión no supone un estímulo obvio para la reproducción o la supervivencia.

¿Por qué surge, entonces?, se pregunta la periodista de la revista Science, Elizabeth Culotta en un artículo aparecido recientemente en dicha revista. Bajo el título “On the Origins of Religion" (En el origen de la religión), Culotta, en un intento de desentrañar esta cuestión, analiza dos disciplinas muy distintas que se han dedicado a estudiar la religiosidad humana: la arqueología y la psicología cognitiva.

Antecedentes darvinistas

Ya Charles Darwin abordó el tema de la religión desde la perspectiva de su tesis sobre el origen de las especies, y buscó evidencias de que la religión podía ser explicada por pequeños avances en la cognición y en la estructura social humanas.

Sin embargo, según Culotta, para Darwin, el origen de la religión no supuso un misterio sino uno de los frutos del desarrollo seguido por el ser humano.

Tal y como él mismo escribió en El origen del hombre. La selección natural y la sexual: “tan pronto como las importantes facultades de la imaginación, el asombro y la curiosidad, junto con la capacidad de razonamiento, se desarrollaron parcialmente, el hombre comenzó a especular sobre su propia existencia”.

Culotta afirma que, en los últimos quince años, un número creciente de investigadores ha intentado responder al misterio de la religiosidad siguiendo la estela de Darwin e indagando en la hipótesis que éste defendía: que la religión surge de forma natural, fruto de los procesos corrientes de la mente humana.

Con estos estudios, se ha abierto un nuevo campo de investigación denominado “ciencia cognitiva de la religión”, que se apoya en la psicología, la antropología y la neurociencia para comprender las bases del pensamiento religioso, explica la autora.

Religión en la arqueología

En la actualidad, a pesar de que no se ha alcanzado al respecto un consenso general entre los científicos, para Culotta las respuestas potenciales a ciertas preguntas (como, por ejemplo, si la materia genera el dominio invisible de lo espiritual o si la religión es un fenómeno que puede ser explicado científicamente) podrían encontrarse en la interpretación de ciertos datos arqueológicos y, también, de la información surgida del estudio de nuestra mente.

Por un lado, la arqueología está ofreciendo información potencialmente relevante para la comprensión del inicio de la religiosidad humana, gracias al hallazgo de antiguos diseños geométricos de contenido simbólico o de antiquísimas tumbas cuyo análisis ha revelado la existencia de rituales de enterramiento, entre otros.

Culotta explica que los arqueólogos están buscando señales de religiones antiguas en relación con una de las habilidades cognitivas propias del ser humano: el comportamiento simbólico.

En este sentido, el arqueólogo Colin Renfrew, de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, asegura que la religión sería una forma particular de un comportamiento social simbólico más amplio.

Con esta idea acerca de la mente humana, los arqueólogos exploran las religiones antiguas y buscan en sus excavaciones señales del inicio del comportamiento simbólico en nuestra especie.

Religión en la mente

Por su parte, especialistas en ciencias cognitivas como Justin Barret, de la Universidad de Oxford, han asegurado que existen propiedades funcionales en nuestros sistemas cognitivos que nos hacen propicios a la creencia en agentes sobrenaturales.

Barret y otros investigadores ven las raíces de la religión en nuestra sofisticada cognición social, explica Culotta.

Según ellos, los humanos tendemos a ver señales de “agentes” –mentes similares a las nuestras- que actúan sobre el mundo y a interpretar éste como si estuviera hecho con un propósito.

Los humanos tenemos, afirman estos científicos, una tremenda capacidad para impregnar, incluso a los objetos inanimados, de creencias, deseos, emociones y conciencia. Esta capacidad, según el psicólogo de la Universidad de Yale, Paul Bloom, estaría en el núcleo de muchas de las creencias religiosas.

Estos campos del conocimiento, la arqueología y las ciencias cognitivas, se están desarrollando en paralelo en esta dirección, relacionando las evidencias empíricas de los registros arqueológicos y los modelos teóricos de los psicólogos, señala Culotta.

Según la autora, todavía no ha habido entre ambas disciplinas más que ligeros atisbos de actividad interdisciplinar, pero los especialistas están de acuerdo en que este terreno de investigación está experimentando el surgimiento de nuevas e interesantes evidencias en lo referente al origen de las religiones, y que tal vez lo más importante esté aún por llegar.

La memoria a corto plazo depende de dos redes neuronales diferenciadas


Nuevos descubrimientos obligan a revisar el papel del hipocampo en la formación de los recuerdos. Hasta ahora, se había pensado que el cerebro humano utilizaba dos mecanismos distintos para formar recuerdos a largo plazo o recuerdos a corto plazo. Esta teoría, sin embargo, acaba de ser desafiada por los resultados de una investigación de científicos de la University College de Londres, en la que se ha puesto de manifiesto que la distinción no es tan sencilla. Los recuerdos a corto plazo estarían formados por dos redes neuronales muy distintas, una de ellas responsable también de la memoria de larga duración. Por Yaiza Martínez.




Imagen del cerebro de un paciente con esclerosis bilateral del hipocampo. El hipocampo está indicado por las flechas y es más pequeño que un hipocampo normal. Fuente: UCL.
Hasta ahora, se había pensado que el cerebro humano utiliza mecanismos distintos para formar recuerdos a largo plazo y recuerdos a corto plazo. Esta teoría, sin embargo, acaba de ser desafiada por los resultados de una investigación realizada por científicos de la University College de Londres (UCL).

Según un comunicado de la UCL, los neurocientíficos formularon la primera teoría a partir de observaciones realizadas con pacientes con amnesia, un trastorno que afecta a la capacidad de formar recuerdos a largo plazo.

Normalmente, la amnesia suele estar ocasionada por daños en una región del cerebro llamada hipocampo. Se sabe que esta región, que está situada en los lóbulos temporales, está involucrada en la memoria a largo plazo, la memoria espacial y los desplazamientos físicos. También es una de las primeras zonas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, cuyos síntomas son las deficiencias de memoria y la desorientación.

A pesar de los daños sufridos en la memoria a largo plazo en aquellos pacientes con amnesia (y, en consecuencia, con trastornos en el hipocampo), éstos fueron capaces de recordar un número de teléfono durante periodos cortos de tiempo, siempre que no se distrajera su atención.

Este hecho condujo a la idea de que el hipocampo sería el responsable de la memoria a largo plazo, pero no de la memoria a corto plazo. Los hallazgos recientes realizados por los científicos de la UCL revelan que esta distinción entre ambos tipos de recuerdos debería ser revisada.

Redes neuronales distintas

Los investigadores de la UCL analizaron a pacientes que padecían epilepsia con origen en el lóbulo temporal, un tipo de epilepsia que provoca una marcada disfunción del hipocampo.

A los participantes se les pidió que observasen e intentaran memorizar imágenes fotográficas de escenas cotidianas, por ejemplo, de sillas y de una mesa situadas en una sala de estar. Mientras ellos recordaban las fotos, se midió su actividad cerebral en intervalos de tiempo cortos (de sólo cinco segundos) y largos (de 60 minutos).

Los registros cerebrales se realizaron con una técnica no invasiva denominada magnetoencefalografía (MEG), que registra la actividad funcional del cerebro mediante la captación de campos magnéticos, y que permite investigar las relaciones entre las estructuras cerebrales y sus funciones.

Con la MEG se constató que para la memoria a corto plazo acerca de los detalles de cada escena, por ejemplo, si la mesa estaba situada a la derecha o a la izquierda de las sillas, fue necesaria la actividad coordinada de una red de áreas cerebrales (región temporal y región visual), mientras que para la memoria a corto plazo general se puso en marcha una red neuronal muy diferente.

Consecuencias de la diferencia

Como consecuencia de sus trastornos, a los 60 minutos los participantes no fueron capaces ni de recordar detalles de las fotos ni de distinguir éstas de fotos nuevas.

Sin embargo, según uno de los autores del estudio, el profesor Emrah Duzel, tras cinco segundos, los pacientes sí pudieron distinguir las imágenes que ya habían memorizado de imágenes nuevas (recuerdo general), pero no de recordar la colocación detallada de los objetos en las escenas (recuerdo detallado).

Los científicos explican que esto se debe a que existirían dos redes distintas para la formación de recuerdos a corto plazo en el cerebro.

Una de estas redes funcionaría de forma independiente al hipocampo y se mantendría intacta en pacientes con daños en éste y, en consecuencia, con déficit de memoria a largo plazo.

La otra red sí que dependería del estado del hipocampo, y afectaría a la formación de los recuerdos a corto plazo, junto con la capacidad de formar recuerdos a largo plazo.

Primera evidencia anatómica y funcional

Otro autor de la investigación llamado Nathan Cashdollar, señala que a pesar de que otras observaciones recientes habían comenzado ya a desafiar la distinción clásica entre memoria a corto plazo y a largo plazo y su relación con el hipocampo, esta teoría se ha mantenido durante casi medio siglo.

La importancia de los resultados obtenidos en esta investigación es que suponen la primera evidencia anatómica y funcional de los mecanismos que se comparten en la formación de recuerdos a corto y largo plazo, y cuáles son independientes en dicha formación.

Gracias a ellos, ahora se sabe que existen dos redes diferenciadas en las que se basa la memoria a corto plazo. Una funciona con independencia del hipocampo, y por ello no se ve afectada por los trastornos que afectan a esta región del cerebro, mientras que la otra depende de él. Los resultados de esta investigación han sido publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

lunes, 9 de noviembre de 2009

El cerebro se adapta a la vista aun después de haber sido siempre ciego

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBT4sPbuBH_cGHuDmaMEFDyDxx-yYVmF69xxox6eQdF91-GzoowgGnthmRNcSyp2_b_MkiR8dwm9lf3MqHZ8hxfFTj0U7ya4zrcVQ-URyMithx4EHwpvWx85QKWiiPp513HI3EYjaKORs/s320/ciego.jpg

Los casos de visión recuperada después de una vida a ciegas, aunque raros, proveen una oportunidad única para tratar de responder varias preguntas fundamentales sobre la función cerebral. Después de haber vivido en la oscuridad durante años, sin haber conocido nunca la luz por tratarse de una ceguera de nacimiento, el cerebro necesita aprender a percibir y procesar el nuevo torrente de información visual cuando la persona adquiere el sentido de la vista. Se sabe muy poco acerca de cómo se logra este aprendizaje, pero un nuevo estudio de neurocientíficos del MIT sugiere que la información dinámica, es decir, la percepción de objetos en movimiento, es crítica.

En la mayoría de las naciones desarrolladas, los bebés con ceguera curable son tratados a las pocas semanas de su nacimiento. Sin embargo, en las naciones en vías de desarrollo, como la India, abundan los casos de niños nacidos con formas curables de ceguera que se quedan sin tratamiento por falta de recursos médicos o financieros. Estos niños tienen grandes probabilidades de mortalidad prematura, analfabetismo y desempleo. Los médicos dudan de aplicarles el tratamiento a personas mayores por el dogma convencional de que el cerebro es incapaz de aprender a ver después de los 5 ó 6 años de edad.

El profesor de ciencias cognitivas y cerebrales del MIT, Pawan Sinha, a través de su fundación humanitaria, Proyecto Prakash (del sánscrito “luz”), ha tratado y estudiado a varios de tales pacientes durante los últimos cinco años. El Proyecto Prakash sirve tanto para devolver la vista a los niños ciegos como para aclarar varias cuestiones fundamentales de las neurociencias.

Los nuevos descubrimientos del equipo de Sinha aportan pistas acerca de cómo aprende el cerebro a procesar los estímulos visuales. Estos hallazgos no sólo ratifican que tratar la ceguera en niños mayores y en adultos sí es eficaz, sino que también permiten conocer mejor el sistema visual humano, perfeccionar el diagnóstico de ciertos trastornos visuales, crear procedimientos de rehabilitación y hasta desarrollar ordenadores capaces de captar y procesar imágenes de un modo parecido al del cerebro humano.

Uno de los pacientes estudiados, que adquirió la visión a los 29 años de edad, al ser curado de una inusual enfermedad congénita, al principio de su proceso de adaptación cerebral a la visión podía identificar algunas formas, como por ejemplo triángulos y cuadrados. Si aparecían una al lado de otra, pero separadas, no tenía problema en distinguirlas. Pero cuando estaban solapadas no lograba identificarlas. Su cerebro era incapaz de distinguir los contornos de una forma completa; en su lugar, consideraba cada fragmento como una forma independiente de las demás.

Sin embargo, si un cuadrado o un triángulo estaban en movimiento, este paciente y otros dos estudiados los podían identificar mucho más fácilmente. Ante objetos en movimiento, sus tasas de éxito pasaban de cerca de cero a alrededor de un 75 por ciento.

Aseguran que los bebés empiezan a aprender su idioma desde el útero

|Los científicos pensaban que la lengua materna influía en la producción de sonidos más tarde. Un estudio publicado hoy sostiene que el llanto es fundamental para desarrollar el habla y que los recién nacidos prefieren copiar melodías típicas del lenguaje que oyeron durante el último trimestre del embarazo.

La primera palabra. Uno de los grandes "eventos" en la vida del ser humano. Pero abandonar los simpáticos balbuceos y poder expresar lo que se quiere es un proceso mucho más largo de lo que se creía. O al menos eso sostiene un estudio realizado por científicos de Alemania y Francia que aseguran que las bases del habla se adquieren a partir del tercer trimestre del embarazo. Allí, en pleno útero.

Rodeado de líquido amniótico, el bebé no sólo reconoce y prefiere la voz de su madre sino que es capaz de percibir las emociones de los mensajes gracias a las diferentes entonaciones y las distintas "melodías" que se generan al hablar, descubrieron los científicos que publicaron su trabajo en la revista Current Biology.

Uno de los hallazgos más importantes del estudio es que el llanto es fundamental para el desarrollo del lenguaje. "El descubrimiento más notable es que los neonatos no sólo son capaces de producir diferentes melodías de llanto sino que además prefieren producir el tipo de melodías que son típicas del idioma que oyeron durante su vida fetal, dentro del último trimestre de gestación", explicó Kathleen Wermke de la Universidad de Würzburg en Alemania. "Contrariamente a lo que sostienen las interpretaciones ortodoxas, estos datos ponen de relieve la importancia del llanto de los bebes como base para el desarrollo del lenguaje".

El equipo de Wermke registró y analizó el llanto de 60 recién nacidos sanos, 30 de familias francesas y 30, de alemanes. Todos tenían entre tres y cinco días de vida. Los resultados de los estudios revelaron claras diferencias en la forma que los bebés lloran, basadas en su lengua materna.

Específicamente, los chiquitos franceses lloraban con una curva melódica ascendente, mientras que los alemanes lo hacían con un tono descendente, patrones que se repiten como diferencias características en los dos idiomas, explicó Wermke.

Los investigadores recordaron que los fetos son capaces de memorizar sonidos del mundo exterior una vez que han llegado al último trimestre de gestación, y tienen particular sensibilidad por la curva melódica de la música y del lenguaje. Y agregaron que, tras nacer, la preferencia por el lenguaje que escucharon en el útero y su capacidad para distinguir entre diferentes lenguas y cambios de tono se basa fundamentalmente en la melodía.

Aunque estudios anteriores habían demostrado que la exposición prenatal a la lengua materna influía en la percepción de los bebés, los científicos pensaban que el idioma de los padres afectaba la producción de sonidos mucho más tarde. Con estas nuevas evidencias, los investigadores ahora creen que no es así.

Sabiendo que los bebes pueden imitar sonidos vocálicos de los adultos que los rodean, pero recién a partir de las doce semanas de vida (antes no es posible físicamente), los científicos alemanes y franceses fueron por más y llegaron a un conclusión.

Imitar la curva melódica, en cambio, "se basa en mecanismos respiratorio-laríngeos bien coordinados y no está limitada por la inmadurez articulatoria", señalaron. "Los recién nacidos probablemente están muy motivados a imitar el comportamiento de la madre para atraerla y así propiciar el apego. Como la curva melódica quizá es el único aspecto del habla materna que los recién nacidos son capaces de imitar, esto podría explicar por qué encontramos esta imitación a edad tan temprana".

El estudio se realizó gracias al trabajo interdisciplinario de varias instituciones de estos dos países. Por Alemania participaron la propia Wermke, Birgit Mampe de la Universidad de Würzburg y Angela D. Friederici del Instituto de Neurociencias y Conocimiento Humano Max-Planck de Leipzig. El aporte francés llegó de la mano de Anne Christophe de la Escuela Normal Superior del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de París, un profesorado de investigadores.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Color y Forma, Percepciones Separadas del Cerebro
6 de Noviembre de 2009. Foto: U. ChicagoNormalmente tendemos a pensar que el color es un atributo fundamental de un objeto: un automóvil rojo, un lago azul, un flamenco rosa... Sin embargo, una nueva investigación sugiere que nuestra percepción del color es maleable, y se apoya mucho en procesos biológicos de los ojos y el cerebro.
Bookmark and Share

Los mecanismos neuronales del cerebro son eficientes en asociar cada color con el objeto al que pertenece, para evitar mezclas indebidas, de forma que no se vea erróneamente un flamenco azul en un lago rosa. ¿Pero qué sucede cuando un color pierde el objeto al que está asociado? Una nueva investigación de la Universidad de Chicago ha demostrado por primera vez que en lugar de desaparecer junto al objeto perdido, el color se pega sobre una región de algún otro objeto a la vista, un hallazgo que revela una nueva propiedad básica de la visión.
La investigación muestra que el cerebro procesa la forma de un objeto y su color mediante dos vías diferentes y, a pesar de que la forma y el color de un objeto normalmente están vinculados, la representación neural del color puede sobrevivir sin la forma. Cuando eso ocurre, el cerebro establece un nuevo vínculo que liga el color a otra forma visible.

"El color está en el cerebro. Se construye tal y como se construyen los significados de las palabras. Sin los procesos neurales del cerebro, no seríamos capaces de entender los colores de los objetos más de lo que podríamos entender palabras de un idioma que escuchamos pero que no conocemos", explica Steven Shevell, psicólogo de la Universidad de Chicago especializado en temas relativos al color y la visión, y que es coautor del nuevo estudio, en el cual también intervino Wook Hong.

Información adicional en:



martes, 3 de noviembre de 2009

Elogio de la mentira, o de la honestidad como aberración: un experimento psicológico



De nuevo, una pequeña joya de la investigación científica. En este caso ha corrido a cargo de Joshua Greene, profesor de psicología de la Facultad de Artes y Ciencias de la Universidad de Harvard, que ha conseguido establecer lo siguiente: las personas honestas (en su acepción de personas probas, rectas u honradas) no necesitan ningún esfuerzo volitivo para tener comportamientos... honestos (Neuroimaging suggests truthfulness requires no act of will for honest people). La investigación se ha llevado a cabo mediante técnicas de imagen por resonancia magnética funcional (fMRI en sus siglas en inglés), un procedimiento que permite detectar la actividad en zonas cerebrales localizadas gracias a la medición del flujo sanguíneo y la mayor o menor concentración de deoxihemoglobina en tales zonas.

El experimento ha consistido en someter a un grupo de personas a situaciones en las que mentir les podría resultar económicamente ventajoso. El estudio muestra que las personas que mentían en tales situaciones evidenciaban una mayor actividad, reflejada por las técnicas de fMRI, en determinadas zonas de la corteza cerebral asociadas con el control y la atención. Por contra, las personas honradas, que no mentían, no manifestaban signos de actividad en tales zonas cerebrales. El comunicado original de la Universidad de Harvard se limita a concluir que los procesos cognitivos asociados con la honestidad dependen más de la ausencia de tentaciones que de una resistencia activa frente a éstas, es decir, que los comportamientos honrados son cognitivamente más cómodos... al menos para las personas honradas, puesto que el mismo estudio afirma que un comportamiento honesto en personas deshonestas sí supone una mayor actividad cognitiva en las zonas cerebrales asociadas con el control y la atención.

En definitiva: según este estudio, la gente honesta no necesita hacer ningún esfuerzo volitivo para tener comportamientos honestos, en tanto que la gente deshonesta siempre desarrolla esfuerzos volitivos, tanto cuando se comporta honestamente como cuando no. Hasta aquí, el estudio es poco más que un dispositivo experimental para demostrar una tautología -que, como se sabe, es una verdad autoevidente y por ello indemostrable- la de que "las personas honestas son las que se comportan de forma honesta". La investigación, según parece, no nos lleva mucho más allá en el conocimiento de los arcanos de la naturaleza humana, aunque existe cierta confusión entre la definición operativa de honestidad -la que se ciñe exclusivamente al comportamiento de los individuos en el dispositivo experimental- y una clasificación esencialista, pues también se habla de personas 'honestas' de una forma más general, como si se tratase de una categoría previa que el experimento no viene sino a confirmar. (Por cierto, ¿tanto dinero tiene la Universidad de Harvard como para financiar proyectos de este tipo?)

La página web Tendencias 21, adscrita a la Cátedra de Ciencia y Tecnología de la Universidad Pontificia de Comillas, titula, sin embargo, la noticia sobre este estudio de una forma bastante llamativa: Un estudio del cerebro demuestra que el hombre es naturalmente honesto. Es evidente que este estudio no demuestra tal afirmación de ninguna manera, aunque es posible que la orientación confesional de la Universidad de Comillas haya tenido algo que ver en la presentación de semejante titular. Según esta manera de ver las cosas, el hombre sería naturalmente honesto por no suponerle tal comportamiento ningún esfuerzo cognitivo o volitivo. Pero esto es tanto como decir que el hombre es naturalmente ignorante, perezoso, sucio o amante de la contemplación -en definitiva, un completo idiota- por la misma razón.

En resumidas cuentas, la inercia cognitivo-volitiva no parece explicar gran cosa acerca de nuestra forma de ser. Justamente se tiende a definir al ser humano como un animal práxico, esto es, definible por lo que hace y por cómo lo hace, no por lo que no hace. El experimento comentado más arriba, y sobre todo la particular interpretación hecha por la web Tendencias 21, apuntan a una interpretación de esencias más que de actitudes (la gente honrada es la que se comporta de forma honrada y además esto es lo natural en el ser humano). La aplicación de las sofisticadas técnicas de neuroimagen por resonancia magnética no es -creo- sino una coartada metodológica para tildar de científica una investigación que no supera el rango de lo anecdótico: todo el mundo sabe que la verdad se dice, mientras que la mentira se inventa (lo que, evidentemente, supone un esfuerzo cognitivo).

Mentir es imaginar, elaborar y presentar ante los demás una realidad falsa; mentir es una actividad constructiva, un ejercicio cerebral de primer orden. Estoy hablando, claro, de la mentira en tanto actividad intelectual, y no me refiero a los dispositivos biológicos de ocultación, camuflaje o disimulo (un camaleón no miente cuando cambia la coloración de su piel). Justamente, el descubrimiento de que bonobos y chimpancés son capaces de mentir los ha hecho, ante nuestros ojos, más 'humanos'. Incluso en lo que se considera como la más alta distinción intelectual de la mente humana -la interpretación racional de la realidad- existe un trasfondo de mentira y de impostura. Alargando un poco a Descartes: miento, luego pienso, luego existo.

Por eso, en mi opinión, el estudio del profesor Greene no va más allá de la constatación de una trivialidad por resonancia magnética funcional; y es que parece que todo lo relacionado con las neurociencias es hoy por hoy como el saco del Tío Calambre, que de tanto que hay dentro nadie pasa hambre (y menos que nadie los psicólogos).

Así, mentir puede ser un ejercicio intelectualmente muy saludable, una gimnasia cognitiva que nunca viene mal y que forma parte de la naturaleza humana (sea lo que sea lo que quiera decirse con esta palabra). Conviene no olvidar, sin embargo, la advertencia del gran pensador cubano Dinio:

"no mientas la veldad".