Introducción

Este blog es una herramienta orientada para todo tipo de profesionales de la educación, la psicología y la salud que trabajen con trastornos cognitivos de base orgánica y pretende convertirse en de base orgánica en una herramienta de consulta permanente.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Los Complejos Proteínicos Que Permiten una Rápida Transmisión de Señales en el Cerebro


15 de Noviembre de 2010. Foto: U. CopenhagenMiles de millones de neuronas se están comunicando entre sí en cualquier momento dado. Como si fuesen procesadores de una supercomputadora orgánica, lo mantienen todo en marcha, desde la respiración hasta solucionar acertijos, y cualquier "error de programación" puede conducir a serios trastornos como por ejemplo la esquizofrenia, el mal de Parkinson y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
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En la actualidad, el lenguaje bioquímico de las células nerviosas es tema de investigación intensiva, incluso a escala molecular, y por primera vez un equipo de investigadores, algunos de ellos de la Universidad de Copenhague, ha descrito de manera precisa cómo las células nerviosas son capaces de transmitir señales de modo prácticamente simultáneo.
Las células del sistema nervioso se comunican usando pequeñas moléculas neurotransmisoras, como la dopamina, la serotonina y la noradrenalina. La dopamina está relacionada con las funciones cognitivas, como la memoria; la serotonina con el control del estado de ánimo; y la noradrenalina con la atención y la excitación.

La red de comunicaciones de las neuronas, basada en las sinapsis, transmite los mensajes mediante neurotransmisores químicos, "empaquetados" en pequeños recipientes (vesículas), que esperan en las terminaciones nerviosas de las sinapsis. Una señal eléctrica provoca que los recipientes y la membrana se fusionen y entonces los neurotransmisores fluyen, desde el extremo del nervio, para ser captados por otras neuronas. Esto ocurre con inmensa rapidez, en cuestión de una fracción de milésima de segundo.

Los investigadores, de las universidades de Copenhague, Gotinga y Ámsterdam, han estado estudiando los complejos sistemas orgánicos de proteínas que conectan vesículas y membranas antes de la fusión, con el propósito de encontrar una explicación para la rapidez de estas transmisiones. Han descubierto que la vesícula contiene no menos de tres copias del puente de conexión.

Con sólo un puente de conexión, a la vesícula le tomaría más tiempo fusionarse con la membrana, y el neurotransmisor sería, por lo tanto, secretado más despacio.

El siguiente paso que darán en esta línea de investigación Jakob Balsev Sorensen (Universidad de Copenhague) y sus colegas será el estudio de los factores que influyen en la cantidad de puentes de conexión en las vesículas y que regulan el proceso de fusión.

Información adicional en:

Scitech News

miércoles, 10 de noviembre de 2010

VACUNA EXPERIMENTAL CONTRA EL MAL DE ALZHEIMER

Neurología
Martes, 09 de Noviembre de 2010 09:51

Un equipo de investigadores en el Centro Médico del Sudoeste, dependiente de la Universidad de Texas, ha creado una vacuna experimental contra la beta-amiloide, la proteína que forma placas en el cerebro y que se cree que contribuye al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

Foto: UTSMC

En comparación con otras de las denominadas vacunas de ADN, que los investigadores del mencionado centro comprobaron en un estudio animal, la nueva vacuna experimental estimuló a una cantidad 10 veces superior de los anticuerpos que se adhieren a las beta-amiloides y las eliminan.

El anticuerpo es específico; se adhiere a las placas en el cerebro. No se adhiere al tejido cerebral que no contiene placas. Hay razones para creer que este método podrá generar suficientes anticuerpos como para ser clínicamente útil en el tratamiento de los pacientes.

En otras investigaciones, se ha demostrado que una vacuna tradicional (una inyección de las propias proteínas beta-amiloides en el brazo) provoca una respuesta inmunitaria, incluyendo la producción de anticuerpos y otras defensas corporales contra la beta-amiloide. Sin embargo, la respuesta inmunitaria a este tipo de vacuna algunas veces causa efectos secundarios significativos en el cerebro, así que el Dr. Roger Rosenberg, director del Centro para la Enfermedad de Alzheimer en el Centro Médico del Sudoeste, y sus colegas, decidieron descartar la vacuna tradicional y concentrarse en el desarrollo de una vacuna de ADN.

La vacuna de ADN no contiene beta-amiloide propiamente, sino un fragmento del gen que codifica la proteína.

El próximo paso en la investigación es comprobar la seguridad de la vacuna a largo plazo en animales, y si protege debidamente las funciones mentales en estos.

"Después de siete años desarrollando esta vacuna, consideramos que no mostrará una toxicidad significativa, y que podremos desarrollar una para su uso en humanos", adelanta el Dr. Rosenberg.

Scitech News