Introducción

Este blog es una herramienta orientada para todo tipo de profesionales de la educación, la psicología y la salud que trabajen con trastornos cognitivos de base orgánica y pretende convertirse en de base orgánica en una herramienta de consulta permanente.

lunes, 31 de agosto de 2009

Terceristas


Dos estudiantes universitarios han puesto en marcha desde Chile un podcast sobre la "Tercera Cultura", esa especie de "escapatoria" a la incomprensión secular de las ciencias y las artes.

Los autores empiezan citando un trabajo publicado en Journal of Research in Personality que estudiaba las diferencias emocionales entre los lectores de ciencia y de literatura, avalando en parte el arquetipo del hombre de ciencia socialmente disfuncional. Frente a esta mutua incomprensión, denunciada por C.P. Snow hace 50 años, las ciencias cognitivas y las neurociencias prometen orientar una salida digna del malestar cultural. Si nos gustan las ciencias duras, ya no estaríamos obligados a convertirnos en otra versión del aturdido Profesor Tornasol...

Como denuncian los autores del podcast, las ideas de la Tercera Cultura aún encuentran muchos obstáculos emocionales e institucionales. A los intelectuales humanistas siguen sin interesarles las ciencias naturales y los científicos de las disciplinas "duras" reprochan la orientación excesivamente especulativa y popular de los "terceristas". Estos prejuicios, algunas veces justificados, otras proceden del actual sistema de publicación científico, muy rígido y especializado, y de la distribución académica del saber, pero muchos otros avances permiten ser mucho más optimistas.

Los cambios son especialmente llamativos en el campo de la filosofía tradicional, aunque no siempre se aprecien o se valoren en la universidad. Cuando hace unas dos décadas Patricia y Paul Churchland propusieron el término "neurofilosofía" las ideas de la Tercera Cultura no eran demasiado populares. Pero hoy una creciente minoría consideraría extravagante enfrentar un debate "filosófico" prescindiendo de las ciencias experimentales, y la idea de una diferencia substantiva entre lo "científico" y lo "filosófico" resulta cada vez más caduca. La mejor filosofía del planeta es "brain-friendly".

La tecnología se pone al servicio de los “desatentos y olvidadizos”


El nuevo escenario tecnológico se centra, en especial, en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
Una persona entra a su habitación dispuesta a dormir y mientras se saca las pantuflas, su teléfono celular le avisa por mensaje que debe tomar su pastilla. Esto es posible gracias a los sistemas de inteligencia artificial y ambiental, que registra a una de sus últimas innovaciones en España.

Precisamente, el sistema emite alertas sobre el olvido de ciertas tareas cotidianas para facilitar la vida de las personas mayores o con necesidades especiales. El mismo ha sido desarrollado por la Universidad de Granada (UGR), según publica Plataformasinc.es. El mecanismo funciona mediante sensores distribuidos en objetos del ambiente para detectar acciones habituales.

El programa reconoce las acciones cotidianas de los usuarios mediante etiquetas RFID (Identificación por Radiofrecuencia), que se colocan discretamente en los objetos que los individuos tocan más a menudo. De tal forma, cuando lo hacen se envía una señal a un ordenador o dispositivo móvil situado en la propia vivienda, según explican los investigadores del Departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UGR.

Los adultos mayores o con necesidades especiales suelen rechazar la ayuda de otros y son los avances alcanzados gracias esta investigación –publicada este mes en la revista Expert Systems with Applications– los que les permitiría alcanzar una vida más independiente.

“AUTO INTELIGENTE”

Otra prueba de la utilidad de los entornos inteligentes que se adaptan a las necesidades y costumbres humanas, es la creación de un coche capaz de aprender cómo conduce su dueño y advertirle cuando se avecina algún posible percance. “Drivsco”, es el nombre de este sistema desarrollado en conjunto por seis países europeos.

Lo novedoso del concepto es del diseño de un programa informático que le permite al auto captar el estilo de manejo de su propietario y la manera cómo reacciona en una curva, un empalme cercano, un peatón u otro vehículo en frente. Así, cuando el usuario realiza una maniobra poco usual el sistema emitirá señales de alarma avisándole que debe ajustarse al modelo habitual de conducción. El mecanismo sería una solución para los conductores desatentos, más aún en días de poca visibilidad como cuando cae una intensa lluvia.

Capacidad cognitiva

La inteligencia ambiental es tenida en cuenta por la Comisión Europea como el principal escenario para este siglo. Philip Desing -promotora del Simposio Europeo sobre Inteligencia Ambiental- es una de las compañías que desarrolla avances en la materia que, en su mayoría, apuntan a ampliar la independencia de las personas con discapacidad y los adultos mayores.

En el pasado CeBIT 2009, en Hannover, se presentaron interesantes alternativas que permitirán controlar y gestionar el estado de salud de los ancianos en sus propias casas, sin modificar el aspecto o las condiciones de los hogares. Además, la confluencia de ordenadores, wireless, sensores, etc. que dotan de inteligencia al entorno doméstico ampliará nuestras capacidades cognitivas.

sábado, 29 de agosto de 2009

El responsable de los trastornos del lenguaje podría estar en un sólo gen





EL KIAA0319 DEL CROMOSOMA 6
El responsable de una mala lectura y habla podría estar en un sólo gen
Múltiples genes candidatos podrían ser los causantes de los trastornos del lenguaje, algunos de los cuales además contribuyen en los problemas de los niños al leer y hablar. La investigación publicada en Journal of Neurodevelopmental Disorders, da un paso más en los problemas que sufren los niños para desarrollar estas tres habilidades.


Redacción - Viernes, 28 de Agosto de 2009 - Actualizado a las 17:14h.

llave conceptual:
1. "Nos hemos dado cuenta que el lenguaje es realmente la plataforma para que la lectura emerga y prospere"

La habilidad lingüística supone un correcto uso del vocabulario y de la gramática, mientras que la capacidad de habla supone la producción de sonido con exactitud. Ambas aptitudes contribuyen en la destreza en la lectura de los niños. Un efecto dominó para el buen funcionamiento de estas habilidades que ahora, tras la investigación dirigida por Mabel Rice de la Universidad de Kansas, en colaboración Shelly Smith, del centro médico de la Universidad de Nebraska, ambas en Estados Unidos, y Javier Gayán de Neocodex en Sevilla, podrían también estar relacionados en un mismo gen.

Anteriores estudios realizados con niños con trastornos específicos del lenguaje y sus familiares, habían demostrado que el gen KIAA0319 del cromosoma 6 estaba relacionado con las variables en las habilidades lingüísticas, al igual que en la capacidad de habla y lectura. Los niños que participaron en este estudio no presentaban pérdida de audición, déficit intelectual general o autismo. En el estudio dirigido por Rice, participaron 322 personas, incluido este grupo ya estudiado. Al finalizar la investigación comprobaron que un gen candidato podía influir en las tres aptitudes. "Nos hemos dado cuenta que el lenguaje es realmente la plataforma para que la lectura emerga y prospere. Sin un sólido sistema de éste, es mucho más complicado que realicen una buena lectura", explicó Rice. "Todavía no entendemos los mecanismos biológicos, pero es importante que se haya identificado el primer gen que podría estar involucrado en estas tres dimensiones de desarrollo".

viernes, 28 de agosto de 2009

Mecanisso del efecto placebo

Creerse bajo tratamiento médico es, a menudo, tan eficaz como hallarse efectivamente bajo supervisión médica para aliviar el dolor. Esto es lo que se conoce como el efecto placebo, que hasta la fecha se asociaba a la mera sugestión. Sin embargo, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Hamburgo-Eppendorf (Alemania) aseguran ahora que la causa está en una alteración neuronal.


No todo está en la cabeza”, señala Falk Eippert, autor principal del estudio, ante la creencia de que la analgesia provocada por el placebo se debía a un engaño del propio individuo. Escáneres cerebrales han demostrado que el placebo estimula la liberación de opioides endógenos de las regiones superiores del cerebro asociadas con la modulación del dolor.
  • Se emplearon técnicas de imagen cerebral para examinar la parte superior e inferior del tronco cerebral

Eippert empleó técnicas de imagen cerebral para examinar la parte superior e inferior del tronco cerebral en dos grupos de sujetos: uno al que se le administró naxolona, un fármaco que bloquea la señalización de opioides, y otro con los niveles naturales de opiáceos. El científico indujo las mismas expectativas de mitigación de dolor en ambos grupos.

Según los resultados, la naxolona redujo el efecto placebo. Y lo que es más importante, Eippert demostró que las estructuras implicadas en el control del dolor dependen de la liberación de opiáceos endógenos, lo cual se relaciona, a su vez, con la fuerza del efecto placebo. “En conjunto, nuestros resultados muestran que la señalización de opioides en la regulación del dolor es de vital importancia en el efecto analgésico del placebo”, explica Eippert.

En el futuro “será interesante comprobar si la activación de opioides es un rasgo común en la modulación de otros tipos de dolor, como la hipnosis o la distracción de atención, que comparten algunas características neuanatómicas”, conluye.

MENOR COEFICIENTE INTELECTUAL POR CULPA DE LA CONTAMINACION MEDIOAMBIENTAL

La exposición de una madre a los contaminantes aéreos urbanos conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs) puede afectar adversamente al cociente de inteligencia de sus retoños, según un estudio. Los HAPs son compuestos químicos liberados al aire por la combustión de carbón, gasolina y otros combustibles, además de otras sustancias orgánicas como el tabaco. En las áreas urbanas, los vehículos con motor de combustión son una fuente principal de HAPs.

El estudio ha sido financiado por el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (uno de los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos), la Agencia de Protección Medioambiental del mismo país y varias fundaciones privadas.

El equipo de investigación comprobó que los niños expuestos a niveles altos de HAPs en la ciudad de Nueva York alcanzaban puntuaciones de coeficiente intelectual general y verbal que eran 4,31 y 4,67 puntos más bajos que los de niños menos expuestos a tales compuestos.

Los niveles altos de HAPs fueron definidos en el estudio como un valor superior a la media de 2,26 nanogramos por metro cúbico. Una diferencia de cuatro puntos, como la observada en este estudio, podría ser significativa en términos del éxito o el fracaso escolares, como se refleja, por ejemplo, en las pruebas estandarizadas y en otras mediciones de rendimiento escolar. Sin embargo, los investigadores matizan que los efectos pueden variar de un niño a otro.

El estudio fue realizado por científicos del Centro para la Salud Ambiental Pediátrica, de la Universidad de Columbia. Se hizo un seguimiento de los niños desde el útero hasta los 5 años de edad. Las madres portaron dispositivos personales de monitorización del aire durante el embarazo, para medir la exposición a los HAPs, y también respondieron a cuestionarios.

"Esta investigación muestra claramente que los HAPs medioambientales con los niveles existentes en zonas urbanas pueden afectar adversamente al coeficiente intelectual de un niño", afirma Linda Birnbaum, directora del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental. "Éste es el primer estudio que revela una asociación entre la exposición a los HAPs y el coeficiente de inteligencia, y debiera servirnos a todos como señal de aviso".

Lo descubierto en este estudio es preocupante. El coeficiente intelectual es un predictor importante del grado de éxito que tendrá como estudiante el sujeto, y los HAPs están muy presentes a nuestro alrededor. Afortunadamente, las concentraciones aéreas de HAPs pueden reducirse mediante los sistemas de control disponibles actualmente, el uso de fuentes de energía alternativas y la aplicación de las políticas adecuadas. Pero, por supuesto, conviene actuar de inmediato y con firmeza.

Scitech News

miércoles, 26 de agosto de 2009

Las mujeres exitosas tienen más testosterona

Empresaria

Las mujeres con más testosterona eran más arriesgadas en las finanzas.

Durante mucho tiempo se ha vinculado a la testosterona -la hormona sexual masculina- con la competitividad, la agresión y el dominio, características a su vez asociadas al género masculino.

Ahora, por primera vez, un estudio sugiere que las mujeres más exitosas y las que están más dispuestas a tomar riesgos tienen niveles más altos de la hormona testosterona.

La investigación, que fue llevada a cabo con estudiantes de negocios, concluye que es la biología -y no los factores sociales- la que dicta las diferencias en los géneros a la hora de atreverse a tomar un riesgo financiero e incluso de elegir una carrera.

Estudios pasados han demostrado que la testosterona, que evoca la imagen del hombre exitoso y poderoso, aumenta la agresividad y reduce el miedo, y se le asocia con conductas arriesgadas como el juego de apuestas y el abuso de alcohol.

Un estudio en 2008 llevado a cabo en el centro financiero de Londres mostró que los hombres con niveles más altos de la hormona tienen más probabilidades de obtener más ganancias financieras a corto plazo.

Hasta ahora, sin embargo, no se había estudiado el impacto de la testosterona en las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de tomar riesgos.

Más testosterona, más riesgo

Los investigadores de las universidades de Northwestern y de Chicago en Estados Unidos decidieron investigar si existían realmente estas diferencias.

Tal como señala la investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), en el campo de las finanzas la hormona sí tiene un impacto en las mujeres.

"En general, las mujeres tienen más aversión al riesgo que los hombres cuando se trata de tomar decisiones financieras importantes y esto a su vez puede afectar la elección de carrera de una mujer" afirma la profesora Paola Sapienza, quien dirigió la investigación.

Este es el primer estudio que demuestra que las diferencias de los géneros en la disposición a tomar riesgos financieros tienen una base biológica

Prof. Dario Maestripieri

"Por ejemplo, en el grupo que estudiamos 36% de las estudiantes mujeres habían elegido carreras financieras de alto riesgo como inversión bancaria u operaciones bursátiles, comparado con 57% de los estudiantes hombres".

"Quisimos explorar si estas diferencias de los géneros estaban relacionadas a la testosterona, de la cual los hombres tienen mayores concentraciones que las mujeres", señala la investigadora.

Para investigar esa relación los científicos midieron los niveles de la hormona en muestras de saliva de 500 estudiantes de maestría de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago.

Todos los participantes tenían relativamente la misma edad, los mismos antecedentes culturales y educacionales y el mismo nivel socioeconómico.

Los estudiantes tomaron parte en un experimento en el que con un videojuego se midieron sus actitudes ante el riesgo.

Debían elegir, por ejemplo, entre aceptar un premio monetario garantizado o una lotería que podría brindarles una mayor remuneración.

Los estudiantes debían elegir repetidamente entre la lotería y el pago fijo con valores cada vez más altos.

Y se recogieron dos muestras de su saliva, una antes de cada sesión y otra después de que completaban la prueba.

Los resultados mostraron, como se esperaba, que los participantes más dispuestos a arriesgarse eligieron la lotería con más frecuencia mientras que los que tenían una mayor aversión al riesgo eligieron el pago fijo.

Pero también se encontró que las mujeres con mayores niveles de testosterona habían elegido la lotería con más frecuencia.

Y descubrieron un vínculo entre la testosterona y la elección de carrera. Los que tenían más testosterona y más disposición al riesgo habían elegido carreras más riesgosas en finanzas.

Biología o sociedad

Bolsa de valores

Los hombres con más testosterona eligen carreras financieras más arriesgadas.

"Este es el primer estudio que demuestra que las diferencias de los géneros en la disposición a tomar riesgos financieros tienen una base biológica" afirma el profesor Dario Maestripieri, otro de los investigadores.

"Y que las diferencias en los niveles de testosterona entre individuos pueden afectar aspectos importantes de la conducta económica y de las decisiones de carrera", agrega.

Los expertos afirman, sin embargo, que las cosas podrían no ser tan categóricas porque todavía sigue siendo muy difícil saber con exactitud cuáles son las bases de las diferencias entre los géneros.

"Nadie duda que las hormonas tengan una función, pero éste es un vínculo muy complicado" dijo a la BBC el profesor Alex Haslam, experto en psicología social de la Universidad de Exeter, Inglaterra.

"Y las hormonas pueden ser tanto el producto de la experiencia como la experiencia puede ser producto de las hormonas".

"En este estudio hay una implicación de que la mujer que está dispuesta a tomar riesgos financieros de alguna forma no es femenina o es anormal".

"Nuestro apetito por las explicaciones biológicas en las diferencias de género es muy preocupante. Es una forma de justificar el status quo y los prejuicios".

"Es muy triste que prefiramos esta explicación en lugar de la que destaca a la sociedad, la elección y la capacidad de cambio del ser humano", expresa el experto.

lunes, 24 de agosto de 2009

Un tratamiento combinado podría aliviar la depresión luego del accidente cerebrovascular





Un estudio reciente sugiere que agregar la terapia psicosocial a los antidepresivos ayuda a mejorar la depresión y la recuperación entre quienes han sufrido un accidente cerebrovascular

"La tercera parte de los pacientes que tienen accidentes cerebrovasculares desarrollan depresión clínica, que los hace menos capaces de recuperarse del accidente cerebrovascular, empeora la función cognitiva, impide el funcionamiento social y se relaciona con otras consecuencias adversas", señaló en un comunicado de prensa de la American Heart Association el Dr. Richard C. Veith, coautor del estudio y profesor de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington en Seattle.

El desarrollo de la depresión luego del accidente cerebrovascular "es un problema de salud pública importante", aseguró Veith.

En el estudio participaron 101 personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular y se les había diagnosticado depresión clínica. Los investigadores hallaron que ocho semanas de tratamiento combinado lograron una reducción de 47 por ciento en los puntajes de escalas estandarizadas que califican la depresión, en comparación con una reducción de 32 por ciento entre la gente que recibió la atención habitual, entre la que se encontraban los antidepresivos.

El estudio halló que la gente cuya depresión había mejorado percibió la recuperación de su accidente como algo significativamente más importante y también sintió que su condición física y que su participación social eran mejores, en comparación con los que lograron menos mejora de la depresión.

Los resultados del estudio fueron publicados en la edición en línea del 6 de agosto de la revista Stroke.

La terapia psicosocial usada en el estudio fue llevada a cabo por enfermeras que hicieron sesiones personalizadas con pacientes en un periodo de ocho semanas. Las sesiones cubrían cosas como la manera de incrementar los eventos placenteros, la resolución de problemas, el apoyo de los cuidadores e identificar y modificar los pensamientos negativos.

Adictos a google

  • El neurotrasmisor llamado dopamina es el que hace que seamos adictos a la búsqueda
  • Nuestros cerebros están hechos para que sea más fácil estimularlos que satisfacerlos

Búsquedas. No puedes parar de hacerlas. A veces uno siente como si las necesidades básicas de comer y dormir o el deseo sexual hubieran quedado invalidados por una necesidad nueva de gadgets de información electrónica. Nuestra curiosidad es tan insaciable que recabamos información incluso aunque nos pueda traer problemas. Buscamos información que ni siquiera nos interesa.

Algunos no pueden vivir sin internet.

En el fondo somos como esas míticas ratas de laboratorio que presionaban una palanca sin parar para procurarse una descarga eléctrica en el cerebro. Mientras tecleamos en nuestros motores de búsqueda, parece que estamos estimulando el mismo sistema cerebral que los científicos descubrieron por casualidad hace más de 50 años al explorar cráneos de rata.

En 1954, el psicólogo James Olds y su equipo estaban estudiando el proceso de aprendizaje de las ratas en un laboratorio de la Universidad Internacional McGill de Quebec (Canadá). Adherían un electrodo al cerebro de las ratas y, cuando la rata se dirigía a un rincón determinado de su jaula, le proporcionaban una pequeña descarga eléctrica y observaban su reacción. Un día insertaron sin saberlo la sonda en el lugar equivocado y cuando Old sometía a la rata a sus pruebas, ésta volvía una y otra vez al rincón donde había recibido la descarga. Acabó descubriendo que si la sonda se colocaba en el área hipotalámica lateral del cerebro y se permitía a las ratas presionar una palanca y estimular sus propios electrodos, presionarían hasta sufrir un colapso.

Olds, y todos los demás, dieron por sentado que había descubierto el centro cerebral del placer (algunos científicos aún lo creen). Experimentos posteriores practicados en humanos confirmaron que las personas descuidarían casi todo —su higiene personal, sus obligaciones familiares— con tal de seguir alcanzando esa euforia.

Pero para el neurólogo Jaak Panksepp, de la Washington State University, este supuesto placer no parecía serlo tanto. Esas ratas que se estimulaban a sí mismas, y más tarde esos humanos, no mostraban la misma satisfacción eufórica que criaturas comiendo galletas rellenas Oreo o que las que disfrutaban de repetidos orgasmos. Los animales, escribe en 'Affective Neuroscience: The Foundations of Human and Animal Emotions' ('Neurociencia afectiva: los fundamentos de las emociones humanas y animales'), estaban "excesivamente excitados, incluso enloquecidos". Las ratas no paraban de olfatear y rebuscar. Algunas personas relataron que sintieron excitación sexual pero que no llegaron a experimentar el orgasmo. Los mamíferos a los que estimulaban el área hipotalámica lateral parecían estar atrapados en un círculo vicioso "donde cada estímulo provocaba una estrategia de búsqueda vigorizante", escribe Panksepp, (y no se estaba refiriendo a Bing —el buscador de Microsoft—).

La excitación se llamaba búsqueda

Es un estado emocional al que Panksepp tuvo que dar muchas vueltas para poder denominarlo: curiosidad, interés, búsqueda, anticipación, ansia, expectación. Finalmente, se decidió por 'búsqueda'. El neurólogo ha pasado décadas trazando el mapa de los sistemas emocionales del cerebro que considera que comparten todos los mamíferos, y sostiene que "la búsqueda es el abuelo de todos los sistemas". Es el motor motivacional del mamífero que cada día nos saca de la cama, o la guarida, o del agujero, y nos adentra en el mundo. Por eso, como escribe el biólogo Temple Grandin en 'Animals Make Us Human' ('Los animales nos hacen humanos'), hay experimentos que demuestran que los animales en cautividad preferirían tener que buscar su comida a que se la dieran.

Para los seres humanos, este deseo de búsqueda no va solo de satisfacer necesidades físicas. Panksepp dice que los humanos pueden alcanzar la misma excitación con recompensas abstractas que con las tangibles. Asegura que cuando nos asalta una intensa sensación de placer o excitación relacionada con el mundo de las ideas, con establecer conexiones intelectuales, con descubrir significado, son los circuitos de búsqueda los que se están disparando.

El elixir que alimenta el sistema de búsqueda es un neurotransmisor llamado dopamina. Los circuitos de dopamina "promueven estados de anhelo e intencionalidad orientada", escribe Panksepp. Es un estado que a los seres humanos les encanta. Nos hace sentirnos tan bien que buscamos actividades o sustancias que mantengan este sistema despierto —la cocaína y las anfetaminas, drogas estimulantes por excelencia, lo avivan de forma especialmente eficaz—.

Se cree que nuestro sistema dopaminérgico controla nuestra impresión del tiempo. Las personas con trastornos de hiperactividad tienen carencia de dopamina y un estudio reciente sugiere que ése puede ser el origen del problema. A los hiperactivos, incluso períodos cortos de tiempo se les hacen eternos. Un artículo del año pasado en The Atlantic titulado '¿Nos estará volviendo idiotas Google?', Nicholas Carr especula sobre la idea de que nuestra forma de navegar por internet está remodelando nuestros procesos mentales hasta hacer que sea casi imposible para nosotros prestar atención a un texto largo de forma prolongada. A la manera de las ratas de laboratorio, no dejamos de pulsar la tecla 'Intro' para conseguir nuestro próximo 'chute'..

El profesor de psicología de la universidad de Michigan Kent Berridge ha dedicado más de dos décadas a tratar de entender cómo el cerebro experimenta placer. Él, como Panksepp, también ha llegado a la conclusión de que lo que las ratas de James Olds estaban estimulando no era su centro cerebral de recompensa. En una serie de experimentos, él y otros investigadores han sido capaces de determinar que los cerebros de los mamíferos disponen de sistemas separados para lo que Berridge denomina "querer algo" y "que algo guste".

Querer y gustar, cosas diferentes

'Querer algo' es el equivalente en Berridge del sistema de búsqueda de Panksepp. El sistema que rige lo que nos gusta es lo que Berridge considera el centro del mecanismo cerebral de recompensa. Cuando experimentamos placer, es nuestro propio sistema opioide, más que nuestro sistema dopaminérgico, el que está siendo estimulado. De ahí que los opiáceos induzcan una especie de gozoso estupor tan distinto del efecto estimulante de la cocaína y las anfetaminas. Querer algo y que algo guste son complementarios. El primero favorece y acelera que pasemos a la acción; el segundo nos lleva a una pausa satisfactoria. La búsqueda ha de detenerse, aunque sólo sea durante unos momentos, para que el sistema no entre en un círculo vicioso sin fin. Cuando conseguimos el objeto de nuestro deseo (ya sea un bollo Twinkie o una pareja sexual), nos entregamos a actos consumistas que Panksepp asegura que reducen la excitación cerebral y, al menos, de forma pasajera, inhiben las ganas imperiosas de buscar.

Pero nuestros cerebros están hechos para que sea más fácil estimularlos que satisfacerlos. "El cerebro parece ser más mezquino con los mecanismos de placer que con los de deseo", ha llegado a afirmar Berridge. Esto tiene sentido desde el punto de vista evolutivo. Las criaturas con falta motivación, que encuentran fácil caer en un éxtasis inconsciente, es probable que vivan poco tiempo (y acaso sean felices). Así que la naturaleza nos imbuyó de un insaciable afán de descubrir, de explorar. El neurólogo de la universidad de Stanford Brian Knutson ha estado poniendo a individuos ante escáneres de imágenes por resonancia magnética y observando sus cerebros mientras se entretienen jugando a invertir de forma ficticia. Su experimento ha arrojado resultados constantes y coherentes de que las imágenes en nuestro cráneo muestran que la posibilidad de obtener beneficios es mucho más estimulante que conseguirlos realmente.

La posibilidad de obtener beneficios es mucho más estimulante que conseguirlos realmente

Experimentos con animales muestran cuán potente (y distinto) es querer algo comparado con que algo guste. Berridge escribe que hay estudios que ponen de manifiesto que las ratas cuyas neuronas productoras de dopamina han sido destruidas conservan la capacidad de andar, mascar y tragar pero morirán de hambre aunque tengan comida delante de las narices porque han perdido la voluntad de obtenerla. En cambio, Berridge descubrió que las ratas con una mutación que inunda sus cerebros de dopamina aprendían a conseguir su comida antes que las ratas normales. Pero, una vez la habían obtenido, no encontraban la comida más placentera que las otras ratas.

Monjes budistas y monjas católicas mejoran su poder cerebral a través de la meditación y las plegarias


Pero, incluso los ateos pueden disfrutar los beneficios mentales que los creyentes obtienen de la fe, según reveló el popular autor y neurocientífico Andrew Newberg.

En su nuevo libro How God Changes Your Brain (Cómo Dios Cambia Tu Mente), yace en los efectos calmantes y de concentración que tienen sobre el cerebro la meditación o las plegarias intensas.

Controles cerebrales muestran que la meditación intensa altera nuestra materia gris, fortaleciendo regiones que concentran la mente y generan compasión, mientras calman aquellas ligadas al temor y el enojo.

Ya sea que quien medita crea en lo sobrenatural o sea un ateo que repite un mantra, indicó el experto, el resultado puede ser el mismo: un aumento de la compasión -que prácticamente todas las religiones enseñan- y una reducción de los sentimientos y emociones negativos.

"En esencia, cuando se piensa en las grandes incógnitas de la vida el cerebro crecerá", señala Newberg.

"No importa si se trata de un cristiano o un judío, un musulmán o un hindú, un agnóstico o un ateo", dice Newberg.

El especlista asegura que 10 a 15 minutos de meditación parecen tener efectos positivos importantes sobre la cognición, la relajación y la salud psicológica.

El proceso, según Newberg

La meditación activa el lóbulo frontal, que crea e integra todas las ideas personales sobre Dios, y calma la amígdala, que es la zona emocional que genera imágenes de una deidad autoritaria y vela el pensamiento lógico.

La hipertensión puede favorecer la aparición de demencia

ESTUDIO EN MÁS DE 20.000 PERSONAS
La hipertensión puede favorecer la aparición de demencia
Los mayores de 45 años tienen un nuevo motivo para cuidar su tensión. Según un estudio publicado en Neurology, padecer hipertensión a esta edad aumenta las posibilidades de sufrir daños cognitivos y problemas de memoria.


Europa Press - Lunes, 24 de Agosto de 2009 - Actualizado a las 10:12h.

llave conceptual:
1. La tensión arterial alta en mayores de 45 años puede afectar a la memoria.

Los resultados de la investigación dirigida por Georgios Tsivgoulis, de la Universidad de Alabama, en Estados Unidos, han dado un paso más en la prevención de la demencia. Con la participación de 20.000 ciudadanos de más de 45 años, sin ningún antecedente de infartos, el trabajo revela que la tensión arterial alta en este sector de la población puede afectar a la memoria. Del total de participantes, 9.844 (49,6 por ciento) reconocieron haber tomado medicación contra la hipertensión cuando los niveles eran superiores a 140-90, y de este grupo, 1.505 tenían problemas coginitivos, como fallos de memoria o pérdida de agilidad mental.

Las conclusiones también mostraron que cada diez puntos que subía la presión también aumentaba las probabilidades de tener algún tipo de problema en un 7 por ciento. Según los investigadores, esto se puede deber a que la presión alta contribuye en el debilitamiento de pequeñas arterias cerebrales. Tsivgoulis explicó la importancia de esta investigación para "prevenir la demencia tratando precozmente la hipertensión".

La tensión arterial alta en mayores de 45 años puede afectar a la memoria.

Memoria: hallan mecanismos clave


Olvidar aquello que nos ha lastimado, cerrarles el camino a esos recuerdos que vuelven muy a pesar nuestro; recordar sí lo grato, esas vivencias que queremos que nos acompañen de por vida. No es tan fácil, no siempre resulta así: los recuerdos traumáticos tienden a volver, una y otra vez, mientras que muchas veces lo bueno pero cotidiano tiende a diluirse en el tiempo transcurrido.

Pero, ¿cuáles son los mecanismos que determinan la persistencia de un recuerdo? ¿Cómo el cerebro elige cuáles son las vivencias que permanecerán en la memoria? Eso es lo que un equipo de investigadores argentinos y brasileños ha descubierto, lo que abre las puertas para el desarrollo de futuros tratamientos de trastornos tan disímiles como el estrés postraumático o la enfermedad de Alzheimer.

"Durante los últimos cuarenta años, fueron muchos los estudios que se realizaron en torno a los mecanismos de formación de la memoria; sin embargo, nadie estudió cuál era el mecanismo por el cual los recuerdos perduraban", dijo a LA NACION el doctor Jorge Medina, investigador superior del Conicet y profesor titular de fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

"La persistencia es la clave de la memoria, sin ella no hay memoria: los recuerdos son recuerdos sólo si duran", agregó Medina, que desde 2005 integra un equipo de investigación argentino-brasilero que ha sido pionero en el estudio de la persistencia de la memoria, y cuyo más reciente hallazgo acaba de ser publicado por la revista Science.

Allí, Medina y sus colegas describen, a partir de experimentos realizados en ratas, no sólo los mecanismos cerebrales que permiten a los recuerdos o bien perpetuarse en nuestra memoria o bien desvanecerse en cuestión de días, sino también potenciales blancos para futuros tratamientos que apunten a borrar recuerdos traumáticos o, por el contrario, a darles una pátina de durabilidad.

La llave del olvido

En estudios previos, cuyos resultados fueron publicados en revistas científicas como Neuron o Proceedings of the National Academy of Sciences , Medina y sus colegas demostraron la existencia de una nueva fase de la memoria -apodada "fase de persistencia"-, que es la que debe atravesar todo recuerdo para lograr persistir en el largo plazo.

"Lo que restaba saber era quién controla ese mecanismo que tiene lugar en el hipocampo -contó el investigador-. Lo que demostramos y publicamos en Science es que es la dopamina la que activa en el cerebro esta fase de persistencia, y que permite que un recuerdo dure o no."

Los investigadores -los otros autores del estudio son Janine Rossato, Lía Bevilaqua, Iván Izquierdo y Martín Cammarota- llegaron a esa conclusión tras realizar estudios en ratas, en las que manipularon los caminos de la dopamina.

"Hallamos que el núcleo que da origen a la inervación dopaminérgica en el hipocampo es una región del cerebro llamada área tegmental ventral: ese sector se activa en el momento del aprendizaje y, diez a doce horas después, activa al hipocampo para que libere las proteínas que hacen que las memorias duren."

De los experimentos, surge un dato para nada menor, que es que existe una ventana temporal dentro de la cual es posible torcer el destino de los recuerdos. "Podemos convertir una memoria que dura en una que no dura, y viceversa -dijo Medina-. Podemos manipular la duración de nuestras memorias."

De hecho, eso fue lo que hicieron con las ratas en el laboratorio: al manipular el sistema dopaminérgico, por ejemplo, les hicieron olvidar qué lugar del recinto en el que eran alojadas les daba descargas eléctricas.

Las potenciales aplicaciones terapéuticas del conocimiento que arroja esta investigación son enormes: desde el tratamiento del estrés postraumático hasta revertir los problemas de memoria naturalmente asociados al envejecimiento, entre otros. Actualmente, Medina y sus colegas trabajan en dos líneas de investigación en pos de posibles tratamientos para "borrar" los recuerdos traumáticos.

Foto: Marsha MilleUn equipo de neurocientíficos ha precisado dónde y cómo el cerebro procesa el movimiento 3D. El hallazgo ha sido posible gracias al uso de pantallas de ordenador especialmente desarrolladas y escaneos del cerebro mediante fMRI (resonancia magnética funcional por imágenes).

Los investigadores han constatado, no sin asombro, que el procesamiento del movimiento 3D se lleva a cabo en una zona del cerebro (localizada justo detrás de las orejas) que durante mucho tiempo se pensó que era responsable sólo del procesamiento del movimiento bidimensional (arriba, abajo, izquierda y derecha).

Esta área, conocida simplemente como MT+, y su circuitería neuronal subyacente, han sido estudiadas tan bien que hasta ahora la mayoría de los científicos había concluido que el movimiento 3D debía ser procesado en algún otro lugar.

Este nuevo estudio sugiere que un gran conjunto de ricas e importantes funciones relacionadas con la percepción del movimiento 3D pueden haber sido pasadas por alto en la región MT+ con anterioridad.

Para el estudio, Alexander Huk, profesor de neurobiología, y sus colegas, pusieron a varias personas a mirar visualizaciones 3D mientras se mantenían en reposo durante una o dos horas en un escáner de MRI adaptado con un sistema especializado de proyección de imágenes en estéreo, generando, por tanto, percepciones tridimensionales.
os escaneos de fMRI revelaron que el área MT+ tuvo una actividad neuronal intensa cuando los participantes percibieron objetos (en este caso, pequeños puntos) moviéndose hacia sus ojos o alejándose de ellos.

La prueba reveló además cómo el área MT+ procesa el movimiento 3D: Codifica simultáneamente dos tipos de señales provenientes de los objetos en movimiento.

Existe una disparidad entre lo que ven los ojos izquierdo y derecho, que se llama disparidad binocular. La podemos apreciar claramente cuando cerramos un ojo u otro de manera alternada, y los objetos parecen saltar de aquí para allá.

Para un objeto en movimiento, el cerebro calcula el cambio en esta disparidad con el paso del tiempo.

Simultáneamente, un objeto acercándose directamente hacia los ojos se moverá de derecha a izquierda por la retina del ojo izquierdo y de izquierda a derecha por la retina del ojo derecho.

El cerebro se vale de ambas fuentes de datos para procesar el movimiento tridimensional.

Que una piedra vuele de izquierda a derecha o viceversa no es muy importante para la supervivencia del individuo. Sí lo es en cambio conocer detalles de la trayectoria cuando vuela en dirección hacia él. Tal como señala el psicólogo Lawrence Cormack, el tipo de movimiento tridimensional más importante que podemos apreciar es el de algo acercándose. Ahora, gracias a los hallazgos del nuevo estudio, este proceso crítico va a poder ser estudiado mucho mejor.

Información adicional en:

viernes, 21 de agosto de 2009

EN PERSONAS BILINGÜES, CADA IDIOMA OCUPA UNA PARTE DISTINTA DEL CEREBRO

Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Haifa aporta datos esclarecedores sobre cómo se representan los dos idiomas en el cerebro de una persona bilingüe. Un estudio detallado sobre un caso ha demostrado que cada uno de los dos lenguajes está representado en una zona diferente del cerebro.

El asunto de cómo se representan en el cerebro humano los diferentes lenguajes aún permanece sin aclarar y, lo que es más, todavía se desconoce si en esa representación influye el que el segundo idioma sea similar o muy distinto en estructura al primero. En muchos estudios se han encontrado evidencias de que todos los lenguajes que adquirimos en el curso de nuestra vida son representados en un área del cerebro. Sin embargo, otros estudios han encontrado evidencias de que la representación de la lengua materna está disociada de la del segundo lenguaje, adquirido posteriormente.

Hay varias formas de clarificar esta cuestión, pero la mejor manera de examinar las representaciones en el cerebro de dos lenguajes es estudiar los efectos de lesiones cerebrales sobre la lengua materna y sobre el segundo lenguaje de una persona bilingüe. El estudio de tales casos es muy importante, ya que es raro encontrar personas que hablen fluidamente dos lenguajes diferentes, y que hayan sufrido un daño permanente que haya afectado de manera selectiva a uno de los dos idiomas. Además, la mayoría de las evidencias en este campo derivan de las observaciones clínicas de lesiones cerebrales en pacientes que hablan el inglés y alguna de las lenguas indoeuropeas, y pocos estudios se han realizado en individuos que hablan otros idiomas, especialmente lenguas semíticas como el hebreo y el árabe, antes de este nuevo estudio.

Raphiq Ibrahim, del Departamento de Discapacidades del Aprendizaje, ha concluido su estudio sobre un paciente bilingüe de 41 años cuya lengua materna es el árabe, y que tenía un buen dominio del hebreo como segunda lengua, con un nivel de calidad muy cercano al de su lengua materna. El individuo cuenta con titulación universitaria y usaba el hebreo frecuentemente en su vida profesional.

El sujeto sufrió una lesión cerebral que le provocó un trastorno del lenguaje que persistió después de completar el programa de rehabilitación. Durante la rehabilitación, se registró un elevado nivel de recuperación en el empleo del lenguaje árabe, y menor para el uso del hebreo. Después de la rehabilitación, las habilidades lingüísticas del paciente fueron comprobadas a través de varias pruebas estandarizadas con las que se examinaron diversos niveles de habilidades lingüísticas en ambos idiomas, junto con otras pruebas cognitivas. La mayoría de estos tests revelaron que la merma en las habilidades del paciente con el idioma hebreo fue significativamente mayor que la sufrida por sus habilidades lingüísticas arábicas.

Según Ibrahim, incluso si esta merma selectiva de habilidad lingüística no se considera evidencia suficiente para desarrollar un modelo estructural con el que representar los lenguajes en el cerebro, sí constituye al menos un paso importante en esta dirección, sobre todo considerando que afecta a lenguajes que no habían sido estudiados con anterioridad en el cerebro, y que son similares fonética, morfológica y sintácticamente.

Scitech News

Localizando el miedo







El miedo es una emoción poderosa, y los neurocientíficos han localizado, por primera vez, las neuronas responsables del condicionamiento del miedo (el mecanismo por el que se aprende a temer a un estímulo particular) en el cerebro de los mamíferos. El condicionamiento del miedo es una forma de aprendizaje asociativo y está considerado como un sistema modelo para el estudio de las fobias humanas, el estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad.

Usando una técnica que les permitió seguir en imágenes el proceso de activación neuronal en cerebros de ratas, la psicóloga Ilene Bernstein, de la Universidad de Washington, y su equipo, han identificado el núcleo basolateral en la región del cerebro llamada amígdala, como el lugar donde es codificado el condicionamiento del miedo.

Los neurocientíficos ya sospechaban antes que tanto la amígdala como el hipocampo dorsal son los lugares donde los detalles se asocian cuando los recuerdos del miedo son formados. Pero el nuevo trabajo indica que el papel del hipocampo es procesar la información sobre los estímulos condicionados y transmitirla a la amígdala.

El condicionamiento asociativo es una forma básica de aprendizaje en todo el reino animal, y es empleado con regularidad al estudiar cómo pueden cambiar los circuitos cerebrales como consecuencia de la experiencia.

En una investigación anterior, los neurocientíficos de la citada universidad estudiaron la aversión al sabor, otro comportamiento de aprendizaje asociativo, y descubrieron que las neuronas críticas para el proceso que determina cómo las personas y los animales aprenden de la experiencia, están ubicadas en la amígdala.

El nuevo trabajo fue diseñado para buscar dónde la información sobre los estímulos condicionados y no condicionados converge en el cerebro, cuando se constituyen los recuerdos del miedo.

Tanto el aprendizaje del miedo como el aprendizaje de la aversión al sabor son ejemplos de aprendizaje asociativo en el que dos experiencias ocurren juntas. A menudo esta clase de aprendizaje se realiza con mucha rapidez porque las cuestiones sobre las que trata suelen ser críticas para la supervivencia; evitar lugares peligrosos o alimentos tóxicos es fundamental para no acabar falleciendo prematuramente.

A menudo las fobias se activan en quienes las padecen a partir de detalles que evocan el recuerdo de algo malo que les sucedió, como por ejemplo, ser picados por una araña o atracados en un callejón oscuro. De ese modo, un trastorno de ansiedad se acaba desarrollando en tales personas.

Logrando un conocimiento más profundo sobre el proceso del condicionamiento del miedo, los psicólogos podrían aprender a tratar los trastornos de ansiedad desde un enfoque basado en debilitar o anular ese condicionamiento.

Scitech News

El Predecesor de la Máquina Para Leer el Pensamiento

Foto: UCLA¿La neurociencia permite ya leer el pensamiento de las personas? Algunos investigadores, e incluso algunas iniciativas comerciales, han comenzado a usar la técnica conocida como resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI), para tratar de revelar pensamientos no expresados, como mentiras, verdades ocultas o deseos profundos.

Una nueva investigación, realizada por neurocientíficos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y de la Universidad Rutgers, proporciona evidencias de que la fMRI puede efectivamente ser utilizada en algunas circunstancias para determinar lo que está pensando una persona. Los investigadores indican, no obstante, que la "lectura del pensamiento" de gran precisión mediante fMRI todavía está lejos de la realidad.

En el estudio se escaneó el cerebro de 130 adultos jóvenes y sanos utilizando un escáner MRI del Centro Ahmanson¬-Lovelace de Mapeo Cerebral de la UCLA, mientras realizaban una de ocho tareas mentales, entre las que figuraban la lectura de palabras en voz alta, decir si rimaban o no un par de palabras, contar la cantidad de tonos que escuchaban, presionar botones bajo ciertas señales, y tomar decisiones financieras. Los científicos determinaron con cuánta precisión podían deducir en cuál de las tareas mentales estaba enfrascado cada participante, basándose sólo en los escaneos fMRI del cerebro.

Básicamente, el psicólogo Russell Poldrack y su equipo examinaron a 129 de los sujetos y aplicaron una herramienta estadística para descubrir las diferencias entre las personas que realizaban estas ocho tareas. Luego se centraron en la persona número 130 y trataron de deducir cuál de las tareas estaba realizando. Se repitió con cada persona el proceso de comparación.

Resulta que el sistema desarrollado por los investigadores puede predecir bastante bien cuales de estas ocho tareas está realizando una persona. El sistema de interpretación de pautas mentales acertó en un 80 por ciento de los casos. No es perfecto, pero es bastante bueno. Sin embargo, está lejos de ser lo suficientemente bueno como para ser admisible en el ámbito legal, como por ejemplo en un juicio. Ni mucho menos para captar pensamientos privados sin puntos de referencia, de entre millones de posibles pensamientos que pueden cruzar por la mente de una persona.

Aunque en investigaciones anteriores se ha dedicado mucho trabajo a analizar el cerebro de una persona en particular para así mejorar las posibilidades de detectar sus pensamientos, el nuevo estudio indica que los cerebros de sujetos diferentes trabajan de forma muy parecida.

Información adicional en:

Alzheimer

Foto: Cindee Madison y Susan Landau, UC BerkeleyUn extenso estudio sobre pacientes con deterioro cognitivo leve ha revelado que los resultados de algunos tests cognitivos y de ciertos escaneos de cerebro pueden funcionar como un sistema de alerta temprana que avise del desarrollo futuro de la enfermedad de Alzheimer.

En la investigación se descubrió que entre 85 participantes en el estudio con deterioro cognitivo leve, aquellos con puntuaciones bajas en una prueba de rememoración de recuerdos y con un bajo metabolismo de glucosa en regiones particulares del cerebro, como se detectó a través de la tomografía por emisión de positrones, tenían un riesgo 15 veces mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un período de dos años, comparados con los otros participantes en el estudio.

Los resultados de esta investigación, llevada a cabo por el equipo de Susan Landau y William Jagust en la Universidad de California en Berkeley, son un gran paso adelante en la marcha hacia un diagnóstico temprano de la devastadora enfermedad.

No todas las personas con deterioro cognitivo leve pasan a desarrollar Alzheimer, así que valerse de esos marcadores sería sumamente útil para poder identificar aquellos sujetos que están en mayor riesgo.

La tendencia general en la medicina actual es promover modos de detectar a las personas afectadas durante las etapas más tempranas de la enfermedad, incluyendo aquellas fases en las que todavía no se observan señales de deterioro cognitivo.

La razón principal para ello es que, en muchos casos, para cuando a un paciente se le diagnostica la enfermedad de Alzheimer, ya es poco lo que puede hacerse para detener o revertir el deterioro de la persona.

Los científicos están tratando de determinar hasta qué punto la aplicación de un tratamiento a los pacientes antes de que aparezcan los síntomas graves sería más eficaz, y eso requiere mejores herramientas de diagnóstico que las usadas actualmente.

Información adicional en:

jueves, 20 de agosto de 2009

La depresión influye en el centro de recompensa del cerebro

Las personas clínicamente deprimidas son menos capaces de encontrar placer en actividades que antes disfrutaban, según un estudio publicado en NeuroReport que muestra una función cerebral reducida en el centro de recompensa del cerebro en comparColor del textoación con sujetos sanos.

La investigación fue dirigida por Elizabeth Osuch, del Lawson Health Research Institute, en Londres. Para estudiar los efectos de la depresión en la actividad cerebral, Osuch y su equipo preguntaron a 15 sujetos sanos y a 16 que hubieran tenido depresión recientemente por su música favorita y por aquella que ni les gustara ni les disgustara, música neutral. Después escucharon su selección musical durante 3 minutos mientras una resonancia magnética funcional medía su actividad cerebral.

Los investigadores encontraron que los sujetos sanos mostraban una mayor actividad en zonas específicas del cerebro cuando escuchaban su música favorita comparándolos con las personas deprimidas. Concretamente varias regiones asociadas al centro de recompensa estaban menos activas en los individuos deprimidos, por lo que la capacidad básica de disfrute no funcionaba correctamente.

"Estos resultados revelan reacciones importantes dentro de las zonas cerebrales asociadas al proceso de recompensa en individuos sanos. También mostraron un importante déficit en estas respuestas neurofisiológicas en sujetos deprimidos en comparación con los sujetos sanos", explica Osuch.

"Ya se sabía que los individuos deprimidos sufren anhedonia, la incapacidad para experimentar placer o satisfacción en casi todas las actividades. Lo importante de este estudio es que ya se conocen también las regiones del cerebro específicas que fallan en estos pacientes. Si encontramos la manera de señalar y tratar esas zonas, tendremos también la capacidad de tratar la depresión pronto", asegura.

miércoles, 19 de agosto de 2009

La Arqueología de Primates Despega


Foto: Tetsuro Matsuzawa, Kyoto UniversityUno de los pocos arqueólogos del mundo que estudia la cultura material de los parientes vivientes más cercanos al Ser humano, los simios, se ha embarcado, junto con otros de sus colegas, en la creación de una nueva disciplina dedicada a la historia del uso de herramientas por parte de todas las especies de primates, con el propósito de lograr con ello un mejor conocimiento de la evolución humana.

Julio Mercader, experto en arqueología tropical del departamento de arqueología de la Universidad de Calgary, en Canadá, y 17 especialistas más de otras universidades, incluidas la de Cambridge, la Rutgers, la de Kioto, y otras de España, Italia y Francia, argumentan que los descubrimientos recientes sobre el uso de herramientas por una gran variedad de primates salvajes, así como evidencias arqueológicas del uso por chimpancés de herramientas de piedra durante miles de años, están forzando a los expertos a replantearse las líneas divisorias establecidas entre los humanos y otras especies de primates, y a cuestionar además la creencia de que el uso de herramientas es un rasgo exclusivo del género Homo.

Estos investigadores abogan por un nuevo campo interdisciplinario en la paleontología de los primates, para examinar el uso de herramientas por parte de éstos en un contexto evolutivo a largo plazo.
Mercader subraya que se necesita la colaboración sistemática entre los diversos programas de investigación para profundizar en los asuntos de mayor alcance en la evolución humana y la primatología. “Por ejemplo, pocos arqueólogos han visto a un primate salvaje haciendo uso de una herramienta, mientras que pocos primatólogos han participado en las excavaciones arqueológicas”, explica Mercader.

Mercader fue el principal autor de dos trabajos publicados con anterioridad en las revistas Science y PNAS. Él y sus colaboradores constituyen un equipo que trabaja para hacer despegar como disciplina científica la arqueología del chimpancé.

Él es el arqueólogo que en 2007 desveló las primeras evidencias prehistóricas de la tecnología de los chimpancés para romper cáscaras de frutos secos. La antigüedad de esta tecnología se remonta a por lo menos 4.300 años atrás, y las evidencias fueron halladas en las selvas de Costa de Marfil, África Occidental. Lo descubierto proporciona pruebas de la existencia en la historia de los chimpancés de una larga edad de piedra, surgida probablemente sin ninguna influencia humana.

“No queda claro si los homínidos inventaron este tipo de tecnología rupestre, o si tanto los humanos como los simios la heredaron de un ancestro común”, explica Mercader. “Solíamos pensar que la cultura y, por encima de todo, la tecnología, era dominio exclusivo de los humanos, pero no es así".

Información adicional en:



martes, 18 de agosto de 2009

Cocaína: crece adicción en los dólares

Dólares

En Washington 95% de los billetes están contaminados con cocaína.

Si usted vive en Estados Unidos lo más probable es que su billetera, monedero o bolsa contenga rastros de cocaína.

Según investigadores de la Universidad de Massachusetts, en ese país el 90% de los billetes de dólar que circulan en varias ciudades están contaminados con la droga ilegal.

El estudio, el análisis más extenso del papel moneda en el mundo, fue llevado a cabo en más de 30 ciudades de cinco países: Estados Unidos, Canadá, Brasil, China y Japón.

Los científicos también encontraron "evidencia alarmante" de cocaína en la moneda de varias áreas metropolitanas importantes de Canadá.

Y después de los países norteamericanos, se encontró que en Brasil el 80% de los billetes están contaminados con el narcótico.

Los científicos llevaron a cabo un estudio similar en 2007 y los resultados muestran que en los últimos dos años ha habido un aumento de 20% en la contaminación de billetes.

Más estrés, más droga

Según los investigadores, el incremento demuestra que el consumo de cocaína continúa aumentando en varias regiones del mundo.

"Para mi sorpresa cada vez estamos encontrando más cocaína en el papel moneda", afirma el doctor Yuegang Zuo, quien dirigió la investigación.

"No estoy seguro por qué estamos presenciando este incremento aparente, pero podría estar relacionado con la crisis económica global y el estrés que está provocando que cada vez más gente consuma cocaína", agrega.

La ciudad estadounidense donde se encontró la mayor cantidad de dinero contaminado fue Washington (con un 95% de billetes con rastros de esta sustancia) seguida de Baltimore, Boston y Detroit. La ciudad con el dinero más limpio fue Salt Lake City, el hogar del grupo religioso de los mormones.

No estoy seguro por qué estamos presenciando este incremento aparente, pero podría estar relacionado con la crisis económica global y el estrés que está provocando que cada vez más gente consuma cocaína

Dr. Yuegang Zuo

En el estudio que el doctor Zuo condujo en 2007 se encontró que el 67% de los billetes de dólar en Estados Unidos tenían rastros de cocaína.

Según los científicos, el aumento en los últimos dos años en los rastros de cocaína está a la par con el aumento en el consumo del narcótico en el país estadounidense, un negocio ilegal que genera unos US$70.000 millones anuales con un consumo de entre 259 y 447 toneladas de droga.

Se ha sabido durante mucho tiempo que la moneda en papel puede quedar contaminada con cocaína cuando se lleva a cabo el trato de negocio o directamente con el uso de billetes enrollados para aspirar el narcótico.

Y la contaminación puede extenderse a otros billetes porque el dinero se procesa en las máquinas contadoras de moneda en los bancos.

Sin motivo de alarma

Cocaína

A menudo se usan billetes enrolllados para aspirar el narcótico.

Pero aunque su dinero estuviera contaminado los rastros son tan pequeños que no hay motivo para preocuparse, dice el doctor Zuo.

Las cantidades encontradas en los billetes variaban desde .006 microgramos (el equivalente a un nivel miles de veces más pequeño que un solo grano de arena) hasta más de 1.240 microgramos de cocaína en cada billete (unos 50 granos de arena).

"En general -afirma el científico- no es posible drogarse exhalando un billete normal, a menos que éste haya sido utilizado directamente para aspirar la droga o durante un intercambio de narcóticos".

Y también es muy poco probable que un billete contaminado afecte la salud de persona o interfiera con las pruebas de orina o sangre que se llevan a cabo para detección de drogas, expresa el doctor Zuo.

El estudio fue presentado durante la conferencia anual de la Sociedad Química Estadounidense que se celebra en Washington.

La memoria humana se parece a Google

Los buscadores de páginas web rastrean información de igual forma que lo hacen las neuronas en el cerebro. A esa conclusión llegó el biofísico uruguayo Eduardo Mizraji, quien ganó el premio a mejor artículo de 2008 de la revista británica especializada International Journal of General Systems.

Logo de Google

La investigación estudió cómo los buscadores de la web funcionan de la misma manera en que lo hace el cerebro.

Mizraji y su equipo, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República, en Uruguay, estudiaron dos temas: uno neurocientífico y otro tecnológico y, por casualidad, vieron que existía un paralelismo.

Primero comenzaron estudiando cómo las redes de neuronas son capaces de engendrar las operaciones cognitivas del cerebro: pensar, idear, imaginar, razonar, enfocándose en las habilidades lingüísticas.

“Nos ha interesado estudiar cómo la memoria es capaz de empaquetar información por áreas temáticas; cómo es capaz de informarnos de qué tema está hablando una persona cuando escuchamos una conversación”, explicó el científico a BBC Mundo.

“Eso lo podemos hacer porque en nuestro cerebro tenemos algún sistema de información que logra identificar las palabras por áreas temáticas: están hablando del clima, de un tema de ciencias, de un tema político. La capacidad de clasificar temáticamente nuestro cerebro reside en nuestras memorias y ése es el tema central de nuestra investigación”.

¿Cómo buscan los buscadores?

Mizraji explicó que como usuario de la red de redes, le llamó la atención investigar hacia dónde evolucionarán los buscadores web.

Eduardo Mizraji, biofísico

Mizraji estudió cómo las redes de neuronas son capaces de engendrar las operaciones cognitivas del cerebro.

“Un buscador captura documentos en función de lo que a usted le interesa saber, de las palabras que usted pone. El desafío para los ingenieros es cómo emparentar palabras que son sinónimos. Por ejemplo, si usted pone “ser humano” y “persona” puede ser que los documentos vinculados a uno y otro sean documentos emparentables, a pesar de que las letras que componen ambas palabras sean distintas”, indicó.

En su investigación, el científico comprendió que los ingenieros hallaron la forma de resolver ese problema de la misma manera en que lo hace el cerebro.

La importancia de esta investigación es que colabora en la comprensión de cómo funcionan los colectivos de neuronas, cómo éstas se comunican entre sí, un terreno que, según explicó Mizraji, está en gran parte inexplorado porque “existen grandes dificultades técnicas”.

El equipo que lidera Mizraji estudió qué es una memoria neuronal o asociativa, un tipo de memoria sustentada por esos colectivos de neuronas, usando modelos matemáticos.

¿Y ahora?

¿Cuál es la aplicación de este hallazgo? ¿Podrá servir para mejorar los motores de búsqueda en la red?

Un buscador captura documentos en función de lo que a usted le interesa saber, de las palabras que usted pone

Eduardo Mizraji, biofísico

Mizraji dijo que su investigación culmina con la especulación de que pueda existir una interacción entre las ciencias básicas y el diseño de buscadores crecientemente eficientes.

“En los ambientes industriales, en las empresas, estos temas seguramente ya están siendo estudiados porque el problema de la web es que ha tenido un crecimiento tan desmesurado que los buscadores necesitan encontrar la forma de ser cada vez más eficientes”, señaló.

El experto agregó que “lo que los ingenieros están diseñando puede ayudar a mejorar las intuiciones que tenemos los biólogos sobre cómo funcionan los procedimientos de búsqueda de información en las memorias”.

Y, a la vez, Mizraji aspira a que los tecnólogos, conociendo sus investigaciones, adquieran inspiración para innovar en los campos tecnológicos.

El científico asegura que su investigación demuestra que la relación ideal entre Ciencia y Tecnología es de simbiosis, donde la vida de cada uno ayuda al otro.

“Los tecnólogos nos suministran instrumentos e ideas que los científicos básicos aprovechamos enormemente, y viceversa”, aseguró.

lunes, 17 de agosto de 2009

Clave de la agresión

Un experimento con ratas descubre que el estrés y la agresión se refuerzan recíprocamente

El estrés y la agresión se refuerzan recíprocamente, según han comprobado científicos europeos experimentando con ratas, unos animales cuya neuropsicología es muy similar a la de los humanos. Su investigación aparece publicada en la edición de octubre de la revista Behavioral Neuroscience.

Usando 53 ratas del sexo masculino, los neurólogos comprobaron que un aumento del estrés genera violencia y que la violencia se puede desencadenar sin unas circunstancias que la provoquen, únicamente mediante estimulación cerebral, lo que señala que la clave para detener el ciclo de la violencia se encuentra en el sistema nervioso.

Los neurocientíficos se han aproximado con este experimento a la descripción de los mecanismos de funcionamiento del ciclo natural de la violencia. Hasta ahora se sabía que las hormonas del estrés, que movilizan reservas de energía, preparan la fisiología para el ocultamiento o la huída. Lo que añade el estudio europeo a estas evidencias es que las mismas hormonas del estrés estimulan al cerebro para facilitar el combate.

Los resultados de esta investigación se consideran especialmente significativos para ayudar a los psicólogos a buscar fórmulas capaces de romper este circuito natural de la violencia, origen de numerosas tensiones sociales y familiares, así como para tratar la violencia patológica.

Dos fases

Durante la investigación, los científicos estimularon eléctricamente una parte del cerebro de las ratas asociada con la emoción. Esta estimulación desencadenó la segregación de la hormona de la tensión, algo que sólo ocurre cuando una rata se siente amenazada por otra.

En una segunda fase del experimento, los científicos extirparon las glándulas suprarrenales de las ratas para impedir que segregaran la hormona de la tensión. Entonces, inyectaron esta hormona a las ratas y se produjo la misma reacción violenta, sin que se hubiera producido ninguna circunstancia que reclamara agresión alguna.

De esta forma, comprobaron que la estimulación eléctrica del cerebro produjo hormonas de la tensión que derivaron en violencia, así como que un incremento de los niveles de hormonas de la tensión en la sangre, desencadena asimismo la agresión.

Este descubrimiento explica por qué el comportamiento agresivo se extiende con facilidad y es difícil de contener una vez desencadenado, ya que la hormona de la tensión, una vez llegada a la sangre, queda fuera de control del sujeto.
La clave para detener el ciclo de la violencia está en el sistema nervioso
Personas violentas y tranquilas

Eso puede explicar también por qué un mal día en la oficina, que ha desencadenado la hormona de la tensión en una persona, culmina con una explosión de violencia en casa, que terminan pagando la esposa o los hijos de la persona estresada. Asimismo, la investigación explica finalmente por qué una persona que habitualmente es tranquila, al sufrir determinadas presiones se vuelve violenta y agresiva.

Sin embargo, los mismos autores reconocen que queda mucho camino por recorrer para llegar a la comprensión profunda de la psicología de violencia. Diversas teorías, que parten de diferentes enfoques, intentan explicar la violencia.

La primera considera que la agresión forma parte de los comportamientos instintivos (teoría psicoanalítica). La segunda estima que es provocada por la adaptación social (teoría del aprendizaje). La tercera explica la agresividad como una respuesta a la frustración (teoría humanista).

Ninguna de estas teorías puede anticipar qué individuo será violento ni en qué circunstancias una persona pueda manifestar agresividad. Sin embargo, una nueva corriente, llamada neurológica, investiga la relación de los comportamientos violentos con la biología del cerebro.

Violencia y cerebro

Esta corriente atribuye la violencia a una perturbación del sistema límbico, asociado a las emociones, y el experimento de las ratas realizado por científicos europeos refuerza esta línea de investigación.

El psiquiatra norteamericano Frank Elliot es el más claro defensor de esta teoría y piensa que la violencia se desencadena por una descarga eléctrica incontrolada que se produce sobre el lóbulo temporal. Esta descarga puede producirse por un traumatismo o por desórdenes metabólicos.

Sin embargo, se ha comprobado también que un animal violento se calma con electrodos aplicados en los centros cerebrales del placer. Inversamente, una estimulación de los centros de violencia del cerebro, termina con la sensación placentera del cerebro y genera violencia.

En cualquier caso, la relación entre violencia y biología sigue siendo controvertida, si bien se implanta progresivamente en el seno de la comunidad científica. La violencia es un fenómeno demasiado complejo para ser reducido a una única disciplina científica.

Diez misterios del ser humano


LONDRES (New Scientist).? Pertenecemos a una especie notablemente extravagante. A pesar de todos nuestros esfuerzos, algunas de nuestras más extrañas flaquezas todavía resultan inexplicables. Pero a medida que la ciencia investiga más profundamente estas excentricidades ?como, por ejemplo, ruborizarse, soñar o ser supersticioso?, se vuelve más claro que conductas y atributos que parecen frívolos suelen responder al núcleo central de lo que nos define como seres humanos.

Ruborizarse. ¿Por qué los humanos desarrollan una respuesta como ésta, que nos pone en desventaja social, al obligarnos a revelar que hemos engañado o hemos mentido? Una posibilidad es que el rubor fuera, en un principio, una manera de demostrarles a los miembros dominantes del grupo que nos subordinábamos a su autoridad.

Tal vez, más tarde, cuando nuestras interacciones sociales se hicieron cada vez más complejas, este fenómeno empezó a asociarse con emociones más elevadas de autocensura, como la culpa, la vergüenza y la incomodidad. Esto parecería poner en desventaja a los individuos, pero el hecho de ruborizarse, en realidad, vuelve a una persona más atractiva o socialmente deseable.

Tras advertir que las mujeres se sonrojan más que los hombres, el neurocientífico V. S. Ramachandran, de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, sugiere que el sonrojo puede haberse desarrollado como una manera de que las mujeres demuestren su sinceridad a los hombres y puedan así conseguir su ayuda para la crianza de la prole.

"El sonrojo te dice que no puedo serte infiel. Si me preguntas si soy infiel, no puedo mentirte? el sonrojo me delata", razona Ramachandran.

La risa. "¿Tiene una gomita?" No, no es una broma, pero fue suficiente para hacer reír a una persona en un centro comercial. Es uno de los más de 2000 casos de risa natural registrados por el psicólogo Robert Provine, de la Universidad de Maryland, Estados Unidos, durante los diez años que insumió su estudio.

El hallazgo más notable de esa investigación: la risa es producida con mayor frecuencia por comentarios banales que por chistes divertidos.

Provine cree que la risa empezó en nuestros ancestros prehumanos como una respuesta psicológica a las cosquillas. Los simios modernos aún conservan su risa ancestral (pant-pant) cuando se les hace cosquillas en medio de un juego, y esa risa evolucionó hasta convertirse en el ja ja de los humanos. Más tarde, argumenta Provine, cuando nuestros cerebros se hicieron más grandes, la risa adquirió una poderosa función social: crear lazos entre las personas.

De hecho, Robin Dunbar, de la Universidad de Oxford, Inglaterra, ha descubierto que la risa aumenta el nivel de endorfinas, el opiáceo natural de nuestro cuerpo que, según se cree, contribuye a fortalecer las relaciones sociales.

El vello púbico. Mientras que la mayoría de los primates tienen alrededor de los genitales vello más fino que el del resto de su cuerpo, los humanos adultos lucen una mata de vello púbico impresionantemente grueso. Robin Weiss, de la Universidad de Londres, Inglaterra, señaló que el vello púbico se hizo más grueso que el del resto de nuestros cuerpos en algún momento de nuestra evolución.

No existe una explicación aceptable, pero se han sugerido muchas potenciales ventajas. Tal vez la más popular sea que como el vello más grueso se concentra en regiones en las que tenemos glándulas sudoríparas apócrinas (odoríferas) así como exócrinas (de enfriamiento), podría servir para difundir olores que indican la madurez sexual. También puede funcionar como signo visual de adultez.

Una espesa mata de vello no sólo protege los genitales durante el acto sexual y en otros momentos ?reduciendo el roce al caminar, por ejemplo?, sino que también contribuye a mantener nuestras zonas más sensibles cálidas, preservándolas de las corrientes de aire frío.

La adolescencia. Ninguna otra especie tiene adolescentes. ¿Por qué entonces los humanos se pasan alrededor de una década de sufrimiento ocultos bajo sus capuchas? David Bainbridge, de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, dice que hay dos pistas importantes. La primera es el momento en que surgió la adolescencia.

La evidencia de crecimiento en los huesos y dientes de los hominidos fosilizados indica que la adolescencia emergió en un período entre los 800 y 300 mil años atrás. Esto, señala, antecede en "un período fascinantemente breve" al gran salto de tamaño del cerebro humano, cuando el cerebro de nuestros antepasados experimentó su última gran expansión hasta alcanzar su tamaño actual.

La segunda pista procede de la neurobiología y el estudio por imágenes del cerebro, que revelan que durante la adolescencia se produce una reorganización general del cerebro.

Para Bainbridge, la adolescencia no es tanto el período en que se concreta la madurez sexual sino aquel en el que se desarrolla una mente capaz de negociar el paisaje psicológico y social que diferencia tanto la vida humana de la del resto de los animales.

"Sin adolescencia nunca nos hubiéramos convertido en humanos plenos", afirma Bainbridge.

Los sueños. Para empezar, los sueños son esenciales para procesar las emociones. "Los sueños modulan las emociones, las mantienen dentro de cierto rango", dice Patrick McNamara, de la Universidad de Boston, Estados Unidos. Nuevas investigaciones han descubierto que dormir consolida los recuerdos emocionales, y que cuanto mayor sea la cantidad de movimientos oculares rápidos (REM, según sus siglas en inglés), mayor será el procesado de esa clase de recuerdos.

Una idea es que los sueños REM nos permiten revivir poderosos recuerdos emocionales, pero sin el torrente de hormonas desencadenado por el estrés que acompañó a la experiencia original.

El nivel REM del sueño también ayuda a otras clases de memoria y contribuye a la resolución de problemas. Las personas son más capaces de recordar listas de palabras relacionadas y las conexiones que existen entre ellas después de una noche de sueño que después del mismo período de vigilia durante el día.

El altruismo. Algunos actos de aparente altruismo suelen ser con frecuencia tan sólo reciprocidad: si tú me rascas la espalda, yo rascaré la tuya. Todo esto tiene sentido en el plano evolutivo, dado que invertir tiempo y energía ayudando a alguien sin ninguna reciprocidad nos pone en clara desventaja en el plano de la supervivencia.

El único problema es que en los últimos años se han acumulado pruebas de que las personas a veces actúan por genuino altruismo. En situaciones de juego experimental, muchas personas aceptan compartir dinero con un desconocido a pesar de que no serán retribuidas de ninguna manera.

Según Robert Trivers, de la Universidad Rutgers, Estados Unidos, el altruismo puro es un error. Argumenta que la selección natural favoreció a los humanos que eran altruistas porque en los grupos pequeños y estrechamente unidos en los que vivían nuestros antecesores, los altruistas podían esperar reciprocidad. Sin embargo, en nuestro mundo globalizado, donde muchas veces interactuamos con personas que no conocemos y que tal vez nunca volvamos a ver, nuestras tendencias altruistas no tienen sentido, porque difícilmente serán correspondidas por un gesto de reciprocidad.

El arte. Explicar el peculiar impulso humano de crear obras de arte en términos de supervivencia evolutiva es un verdadero desafío. Darwin sugirió que el arte se origina en la selección sexual, y Geofrey Miller, de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque, Estados Unidos, ha acordado con esa idea. Cree que el arte es como la cola del pavo real? un costoso despliegue de privilegio evolutivo.

Los estudios de Miller revelan que tanto la inteligencia general como el rasgo de personalidad de permanecer abierto a nuevas experiencias son correlativos con la creatividad artística. También descubrió que cuando las mujeres se encuentran en el período mensual de mayor fertilidad, prefieren a los hombres creativos antes que a los hombres ricos.

"Podría haberse originado para cumplir con alguna otra función -agrega Miller-, y más tarde adquirió la función sexual."

Los psicólogos evolutivos creen que el impulso de expresar nuestras experiencias estéticas podría haber aparecido para inducirnos a aprender cosas sobre diferentes aspectos del mundo? aquellos para los que nuestro cerebro no estaba congénitamente equipado para aprehender.

En una vena similar, Brian Boyd, de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, cree que el arte es una forma de juego intelectual que nos permite explorar nuevos horizontes en un entorno seguro.

La superstición. A Barak Obama le gusta jugar al básquet en la mañana de un día de elecciones. Tiger Woods usa siempre una remera roja si compite en un día sábado. Casi todos tenemos nuestras propias supersticiones, aun cuando sabemos racionalmente que no pueden funcionar. Sin embargo, la superstición no es algo completamente descabellado.

Nuestros cerebros están diseñados para detectar la estructura y el orden en nuestro entorno, dice Bruce Hood, de la Universidad de Bristol, Inglaterra. También somos deterministas causales: suponemos que los acontecimientos son resultados de acontecimientos anteriores. Esta combinación de captar pautas y de inferir causas nos deja expuestos a las creencias supersticiosas.

"Pero existen muy buenas razones que justifican que hayamos desarrollado esa capacidad", agrega Hoods. Identificar y responder a algunas inciertas relaciones de causa y efecto puede ser una habilidad crucial para la supervivencia. Nuestros ancestros no habrían durado mucho si hubieran supuesto que una ondulación de la maleza era provocada por el viento, cuando existía siquiera una pequeña posibilidad de que se tratara de un león.

Y vale cometer errores y actuar en falso para esclarecer estas relaciones. Kevin Foster, de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, empleó modelos matemáticos para demostrar que siempre que el costo de una superstición es menor que el costo de pasar por alto una verdadera asociación de vida o muerte, la evolución favorecerá la existencia de las creencias supersticiosas.