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Este blog es una herramienta orientada para todo tipo de profesionales de la educación, la psicología y la salud que trabajen con trastornos cognitivos de base orgánica y pretende convertirse en de base orgánica en una herramienta de consulta permanente.

lunes, 2 de agosto de 2010

CUIDAR A UN CONYUGE ENFERMO O DISCAPACITADO PUEDE GENERAR EFECTOS PSICOLOGICOS BUENOS EN EL CUIDADOR

Lunes, 26 de Julio de 2010 08:34

Aunque se sabe que, a largo plazo, el cuidado de los seres queridos cuando están enfermos o discapacitados constituye una amenaza para la salud y calidad de vida del cuidador, un nuevo estudio dirigido por el psicólogo Michael Poulin, de la Universidad de Buffalo, desvela que en algunos contextos, ayudar a los seres queridos puede promover el bienestar de quienes prestan la ayuda.

En el estudio, realizado por Poulin y cinco colaboradores de la Universidad de Michigan, se analizó detalladamente el comportamiento de ayuda, así como el bienestar, de 73 personas que brindaban asistencia a sus cónyuges impedidos, muchos de ellos de edad avanzada.

El equipo de investigación quería averiguar si para el cuidador había algunos efectos positivos de su trabajo, aparte de los efectos negativos ya conocidos, como son el agotamiento o el elevado estrés, entre otros.

Los autores del estudio han constatado que, a pesar de la naturaleza onerosa de su trabajo, muchos cuidadores experimentan más emociones positivas y menos emociones negativas cuando efectúan para el cónyuge imposibilitado labores de "cuidado activo", como son alimentarle, bañarle, ayudarle en las necesidades fisiológicas y darle otros cuidados físicos.

Los nuevos datos no revelan qué procesos psicológicos específicos son responsables de este fenómeno. Pero los investigadores tienen la hipótesis de que la persona puede estar predispuesta a ello, de manera que atender activamente las necesidades físicas de los seres queridos y darles apoyo moral reduce la ansiedad personal del cuidador.

El estudio desveló también que el cuidado pasivo, es decir el que consiste en que el cónyuge cuidador se limite a estar cerca de la persona impedida, para ayudarla cuando surge algún problema, provoca menos emociones positivas en los cuidadores.

En el estudio participaron 73 voluntarios con edades comprendidas entre los 35 y los 89 años y una edad promedio de 71,5 años, quienes se dedicaban a tiempo completo a cuidar de sus cónyuges enfermos.

Los investigadores no encontraron que la edad ejerciera efecto moderador alguno sobre la asociación entre ayudar y sentir bienestar.

Para las parejas mutuamente dependientes, los efectos positivos del cuidado activo fueron particularmente fuertes.

Scitech News

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